Qué alimentos debemos incluir en nuestra dieta en la edad madura

Las necesidades nutricionales varían en cada etapa de la vida y tener una buena salud depende, en gran medida, de una correcta alimentación, acompañada, por supuesto, de llevar una vida sana, hacer deporte, no fumar ni beber alcohol, dejar el estrés a un lado, etc.

En lo que se refiere al aporte de energía, debemos consumir entre 1.800 y 2.500 kilocalorías al día. Esto traducido en alimentos supone, para que nos hagamos una idea, un desayuno compuesto de leche, café o té con una tostada de pan con mantequilla, aceite o jamón; una comida con un primer plato (puré, legumbres, arroz o pasta), un segundo (carne o pescado con verduras) y fruta; y una cena con un primer plato (sopa de fideos o puré), un segundo (carne, pescado o tortilla con jamón) y postre (fruta o yogur natural); y es bueno introducir entre el desayuno y la comida y entre la comida y la cena una pieza de fruta. Obviamente, todo en cantidades razonables, sin ser exagerados y evitando los excesos de grasas, sal y azúcar y, si puede ser, que el pan sea integral y la leche desnatada o semi.

Se trata de tener una alimentación lo más variada posible y que combine proteínas (como la carne tanto de ternera como de cerdo, el lomo embuchado, el jamón york y serrano, el cordero, el bacalao, el bonito, el rape, el salmón, el lenguado, la merluza, la pechuga de pollo, los guisantes, las lentejas, etc.), hidratos de carbono (como el arroz, la pasta, lo cereales, la miel, las galletas, las patatas, las judías blancas, las castañas, etc.), fibra dietética (los cereales, el pan, las legumbres, los frutos secos, las verduras, etc.) y una correcta hidratación (de un litro y medio a 2 litros de agua al día, o lo que es lo mismo, unos 7 vasos)

También es muy importante, una vez cumplidos los 50 años en adelante, el consumo de micronutrientes como el calcio y la vitamina D para prevenir la osteoporosis y el potasio y el sodio para favorecer la presión arterial.

En definitiva, comer sano es fundamental en todas las etapas de la vida y debe inculcarse desde las edades más tempranas, pero una vez que llegamos a la edad madura debemos ser más exigentes con nuestra alimentación, pues de ella, depende en gran medida, que nuestra salud se vea beneficiada y, por tanto, que podamos llevar una vida sana.

Foto: Google Imágenes

Comentarios

Deja un comentario