Más importante que los años que marca nuestro documento de identidad son los que tenemos dentro de nuestra cabeza. Es una realidad que aquellas personas que se sienten jóvenes, vitales y con ganas de comerse el mundo, lo harán, independientemente de la edad que marque su fecha de nacimiento. Es lo que conocemos por edad cronológica (la de nuestro DNI) y edad biológica (la de nuestro organismo).

En España, los mayores cada vez vivimos más años y con mejor calidad de vida y es que, a un lado ha quedado ya esa imagen de los abuelos chapados a la antigua que se sentían centenarios cuando aún estaban más cerca de los 50 que de los 60.

Ahora los senior somos casi casi una tribu urbana, un grupo social que se cuida (y no solo la salud), que tiene más poder adquisitivo que muchos jóvenes, que se preocupa por lo que ocurre en su país, su ciudad o su comunidad de vecinos y además su opinión no solo es importante si no que es valiosísima y que cuentan con la experiencia que les ha dado la vida para procurar equivocarse lo menos posible y aconsejar a los más jóvenes.

La mejor manera de frenar el envejecimiento es cuidarse y para ello, debemos dejar a un lado el tabaco, el alcohol y la mala vida y sustituirlo por hacer ejercicio, disfrutar con nuestros amigos, viajar con nuestra pareja, comer sano, dormir bien y proteger nuestra piel de los rayos del sol ¿no parece tan complicado, no?

Así que nada de ligar a las personas mayores con el deterioro físico, la inactividad o los achaques, porque es evidente que tenemos y muchos, pero que se deben en gran parte al estilo de vida que llevamos (y al que hemos llevado cuando éramos jóvenes) y no a los años que cumplimos. Ojo, porque también es cierto que la genética aquí juega un papel importante.

Todos envejecemos y el que no lo hace es porque no ha llegado a viejo, se ha quedado en el camino. La pastilla de la eterna juventud no existe, lo que sí existe es la manera de hacerlo de la mejor manera posible. Esas personas que parece que no pasan los años por ellas es porque se cuidan, comen bien, hacen ejercicio y, en definitiva, procuran vivir felices no necesitan tratamientos antiedad. Lo importante no es vivir más años sino vivirlos bien, con salud, con ganas, con positividad, con buen aspecto… ¡esa es la mejor medicina ”proaging”!

Así que ahora que está tan de moda aparentar menos años de los que se tienen, nuestro consejo es que no debemos obsesionarnos con no envejecer sino con hacerlo de la mejor manera posible, siendo unos abuelos jóvenes por dentro y en forma por fuera. Luchar contra el calendario es imposible, pero ya se sabe ¡Si no puedes con el enemigo, únete a él!

Foto: Shutterstock

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