A todos nos gusta tener buen aspecto, al fin y al cabo, la cara es el espejo del alma y cuidarla es fundamental. Hay gente joven que parece mucho mayor y hay mayores que aparentan menos años. Muchas veces esto es una cuestión genética y ante eso, nada podemos hacer, pero hay una parte muy importante que se debe a cómo y cuánto nos cuidamos y lo que está claro es que unos hábitos de vida saludables ayudan a que nuestra piel esté resplandeciente. Estos son nuestros consejos:
- Evitar el consumo de tabaco y alcohol ya que el primero disminuye el brillo, el oxígeno, los antioxidantes y reseca la piel y el segundo, facilita la deshidratación lo que hace que la piel envejezca antes.
- Utilizar cremas con alta protección si vamos a estar expuestos al astro rey, estar moreno sienta muy bien, pero los rayos solares son muy dañinos para nuestra piel. Tomar el sol es saludable siempre que lo hagamos con la protección adecuada. Las quemaduras en la piel son peligrosísimas y el exceso de sol puede derivar en el enrojecimiento, las manchas e incluso el cáncer de piel.
- Beber al menos dos litros de agua al día para oxigenar la piel y mejorar la circulación sanguínea.
- Dormir unas ocho horas al día es lo óptimo para que nuestro cuerpo esté descansado y si nuestro cuerpo se encuentra bien eso, sin duda, se refleja en la cara.
- Hacer ejercicio al menos dos veces por semana es fundamental para sentirse joven, dormir bien y verse saludable. Además, podemos practicar diferentes modalidades: deportes al aire libre o en el gimnasio, natación, yoga, pilates, caminatas a buen ritmo con los amigos o con nuestra pareja… lo importante es no estar quietos. Una vida activa es la mejor garantía de sentirse bien.
- Comer sano y evitar los excesos, dejar a un lado las carnes procesadas que dificultan nuestra circulación sanguínea y sustituirla a menudo por pescado que es rico en Omega 3. Incluir las verduras y la fruta en nuestro día a día también es imprescindible para llevar una vida saludable y tener una cara estupenda.