Trucos para comer en la playa y ser la envidia de todos

Comer en la playa es un plan muy apetecible hasta que nos acordamos de que hay que bajar con la sombrilla, la suegra, el yerno, la nevera, la esterilla, las sillas, los 40ºC y la arena, es en ese momento en el que decides sacrificar horas de verano al aire libre e ir a comer a casa donde, a excepción del entorno, la cosa no mejora mucho.

Por eso, hemos elaborado una serie de puntos para comer en la playa sin parecer un dominguero:

  • Lo primero que hay que hacer es organizar bien todo lo que vamos a necesitar.
  • Antes de bajar a la playa hay que desayunar bien. Lo recomendable, ya que la comida va a ser informal, es tomar una pieza de fruta o zumo, cereales o tostada y un lácteo que puede ser leche o yogur. Esto nos evitará mareos y decaimientos en las próximas horas.
  • Preparar el kit habitual de playa: sombrilla, sillas, toallas, colchonetas, etc. como cualquier otro día.
  • Comprar una nevera para bajar en ella los alimentos. Su tamaño dependerá del número de personas que vayan a participar en la comida de playa.

Lo que no puede faltar en nuestra nevera de playa:

  1. Fruta: con el calor corremos el riesgo de deshidratarnos y la fruta de verano suele ser rica en agua, por lo que es recomendable que tomemos varias piezas de fruta al día y con el calor de la playa lo mejor es mantenerla al fresco.
  2. Bebida: principalmente agua y zumos. Las bebidas alcohólicas no son muy recomendables con el calor y tampoco si tenemos previsto bañarnos, pues puede que no estemos en las condiciones adecuadas para hacerlo. Los refrescos, mejor si son bajos en calorías o sin azúcar, ya que el exceso no es bueno.
  3. Ensalada: es muy recurrente, se hace en seguida, se puede compartir y es fácil bajarla preparada de casa.
  4. Bocadillos: mejor que platos elaborados, ya que así se pueden preparar en casa y envolver en papel de aluminio, lo que evitará que nos pringuemos con la arena de la playa y podamos comer de la forma más limpia posible.
  5. Helados: siempre y cuando nuestra nevera almacene bien el frío, si no, será mejor que los compremos en el chiringuito de la playa. No olvidemos que las altas temperaturas de la playa derretirían nuestro postre.
  6. Y para completar, unas servilletas (de sobra), una botella extra de agua, hielos, cubiertos para la ensalada y la fruta y papel de aluminio por si hubiera que envolver algo.

Con este plan en familia, el buen ambiente, las risas y las ganas de pasar un gran día están garantizadas, ¿te atreves?

Foto: Google Imágenes

Comentarios

Deja un comentario