¿Sabes en qué consiste la ”prueba del Sintrom”?

Hoy es el Día Europeo para la prevención del riesgo cardiovascular y es habitual que los mayores de 65 años recibamos algún tipo de tratamiento para prevenir los problemas cardiacos. Entre los medicamentos más comunes están los anticoagulantes que además de mejorar nuestra calidad de vida, disminuyen el riesgo de sufrir trombosis, ictus  y, por supuesto, infartos.

Por eso, es frecuente ver en los ambulatorios carteles que anuncian ”la prueba del Sintrom”, esto no es otra cosa que la medición de la determinación del INR (Razón Normalizada Internacional) o lo que es lo mismo, saber cuánto tarda una muestra de sangre en formar un coágulo. A esta prueba también se la conoce como ”tiempo de protombina” o ”prueba de Quick”.

Por eso, todas las personas que toman anticoagulantes orales (como el Sintróm, la Warfarina o cualquier otro tipo de acenocumarol) deben realizarse este test al menos una vez al mes, ya que su médico de cabecera debe comprobar que las dosis de medicamento que toma a diario son las correctas según sus índices de coagulación. Por eso, será el propio doctor quien determine la frecuencia con la que debe acudir al centro médico.

De esta manera, aquellas personas cuyos valores son correctos podrán mantener sus dosis de Sintrón, pero si salen alterados, el médico procederá a variarlas para evitar riesgos.

Estas son las medidas de INR a tener en cuenta cuando se toman anticoagulantes:

  • Valor entre 3-4: son valores altos, por lo que el riesgo de sufrir sangrados o hemorragias aumenta. En este caso, nuestro médico nos cambiará la dosis del Sintróm y tendremos que repetirnos la prueba en un periodo de tiempo breve hasta acertar con el tratamiento adecuado.
  • Valor entre 2-3: es en nivel óptimo.
  • Valor entre 1-2: en este caso, el riesgo de sufrir trombos aumenta y el médico debe aumentarnos la dosis de nuestro tratamiento.

Así que, si estás más sano que un roble y no necesitas ninguno de estos tratamientos, ¡estás de suerte! aún así, te recomendamos que sigas una dieta saludable, hablas deporte, te cuides y acudas al médico con cierta regularidad para que pueda hacerte un seguimiento. Si eres de los que ya tiene un tratamiento anticoagulante, tendrás que ser mucho más estricto con tus cuidados y las visitas a tu ambulatorio estarán marcadas por tu médico. No te lo tomes a broma y hazle caso, ¡La salud es lo primero!

Foto: Google Imágenes

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