En España se estima que hay en torno a 1´2 millones de personas con Alzheimer y prácticamente el total (un 94%) de los pacientes con diagnosticados con esta enfermedad son cuidados desde el inicio por algún familiar.
Lo más frecuente, en un 76% de los casos, es que sea la mujer de la casa quien se encarga del enfermo, dejando a un lado muchas veces sus proyectos personales y es que un enfermo de Alzheimer cambia su vida, pero también la de quienes le rodean.
Según datos extraídos del informe ”Consecuencias de la enfermedad de Alzheimer y otras demencias en los Cuidadores Familiares” elaborado por la Confederación Española de Alzheimer (CEAFA) en colaboración con CINFA, un importante porcentaje de los cuidadores familiares son personas de avanzada edad, muchas veces, jubiladas, el 30% tienen que hacer ajustes en su vida laboral para poder cuidar del paciente y un 12% se ven obligados a abandonar su trabajo para hacerse cargo del enfermo.
Esta atención y cuidados suponen un coste por paciente de unos 31 mil euros al año, una cantidad desproporcionada si tenemos en cuenta que el salario media en nuestro país ronda los 24 mil euros al año y la pensión media los 12.600 euros anuales.
Por eso, tras el informe elaborado por CEAFA y Cinfa se han recogido 78 propuestas para tratar de hacer frente a esta situación que afecta a más de un millón de personas en España.
Teniendo en cuenta que un enfermo de Alzheimer necesita cuidados las 24 horas del día, lo lógico es que el cuidador tenga la posibilidad de conciliar su vida profesional con estos cuidados, que tenga mejor acceso a los tratamientos médicos e incluso bonificaciones y las ayudas económicas necesarias para que su calidad de vida no se vea dañada.
El trabajo del cuidador parece invisible en muchos casos y sin embargo es imprescindible, necesario para el enfermo y agotador para quien lo hace, tanto que en muchos casos caen en depresiones y ansiedad por no tener tiempo para sí mismos. Cuidar a los cuidadores debería ser una tarea prioritaria en los gobiernos.