Cómo evitar que nos roben en casa y qué hacer si nos ocurre

El número de robos en los hogares cada vez es más frecuente y los mayores somos un blanco fácil para los ladrones.

Todas las precauciones son pocas a la hora de mantenernos a salvo de estos desalmados, pero lo cierto es que cuantos más impedimentos tengan mejor. Al fin y al cabo, preferirán entrar en una casa que le ponga más facilidades que en una en la que se les pueda pillar con las manos en la masa.

Por eso tener una alarma de seguridad, instalar una puerta blindada o reforzar la que tenemos de tal manera que no quede hueco entre la puerta y el marco para evitar así que puedan hacer palanca e incluir una mirilla si no la tenemos para ver con facilidad quien está llamando al timbre son pasos clave para evitar un buen disgusto.

Las ventanas mal cerradas, las terrazas y azoteas de las casas, los garajes, etc. También suelen ser el lugar elegido por los cacos, ya que es menos probable que les pillen y tienen más tiempo de reacción, por lo que es recomendable que vigilemos que esas zonas sean seguras y estén bien cerradas.

Otro consejo es que no hagamos caso de los empleados de empresas de servicios que vienen a casa sin avisar simulando querer hacer una inspección (en nuestra línea de teléfono, en el calentador del gas, etc.) Si eso fuera real, la empresa que trabaja para nosotros se habría puesto antes en contacto con nosotros mediante correo postal y posteriormente por teléfono para concertar una cita. Así, lo mejor es no hacer caso del resto de situaciones, lo más probable es que se trate de una estafa.

También es conveniente que no gritemos a bombo y platillo las fechas en las que vamos a estar de viaje, recordemos que las paredes tienen oídos y esa información podría caer en manos de un ladrón. Obviamente, nuestras llaves siempre deben ir con nosotros en este caso ¡nada de dejarlas debajo del felpudo! Y, por supuesto, cambiar la cerradura si por cualquier motivo se nos ha perdido una copia de las mismas.

Lo normal es que los ladrones quieran dinero, los objetos personales (como joyas, ordenadores, televisiones, etc.) son más difíciles de vender y de sacar de la casa, por lo que lo mejor es no tener grandes cantidades de dinero allí.

Si a pesar de todas estas precauciones, al llegar a casa encontramos la puerta abierta o al abrir descubrimos un robo en la vivienda, debemos llamar inmediatamente a la policía o a la Guardia Civil. Lo mejor es no entrar en la casa por si aún estuvieran dentro y no tocar las cosas, para que puedan captar las huellas dactilares de los ladrones.

Y en caso de asalto, recuerda: nunca opongas resistencia y que se lleven lo que quieran, tú vales mucho más que cualquier objeto que tengas en casa.

Foto: Google Imágenes

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