La playa es uno de los lugares más beneficiosos para la salud, más allá de sus propiedades terapéuticas, la calma que transmite puede ayudarnos a reponernos de casi cualquier cosa. Pero además, si estamos de suerte y la vamos a pisar estos días, sería interesante que le sacáramos el mayor partido posible; aprovechando para realizar ciertas actividades que sólo se pueden realizar en el mar y que, además de ser divertidas, nos ayudarán a mantenernos en forma.
Busca un cómplice y déjate llevar. La playa es el mejor lugar para caminar, una actividad muy recomendada para los mayores, por los beneficios que tiene para el corazón y para mejorar el tono muscular, a nivel global. En el mar los beneficios se multiplican, ya que se ejercitan muchas más zonas que en una caminata normal. El masaje que produce la arena en la planta de los pies activa nuestra circulación, un efecto que se potencia con el agua fría que moja nuestros tobillos.
Los minerales del agua -sodio y yodo- nos aportan proporcionan un efecto antienvejecimiento y la arena realiza, sin que apenas lo notemos, una actividad exfoliante en nuestros pies.
Por otro lado, si caminamos con el agua hasta las rodillas, trabajaremos todavía más la zona de los glúteos y todos los músculos de la pierna. Del mismo modo, caminar por la arena seca requiere un esfuerzo extra para nuestras piernas tonificándolas de forma excepcional.
Si, además, queremos aprovechar para ejercitar algunas zonas concretas, estaremos en el lugar perfecto, sólo tenemos que meternos en el mar y, ayudados por la sensación de ingravidez del agua, potenciada por la sal, realizar algunos ejercicios. Una buena opción es ayudarse de una tabla, así nos sentiremos mucho más seguros, evitando accidentes desagradables.
Pero, más allá de las bondades que nos proporcione pasear por la playa a nivel físico, la sensación de paz, de descanso y el deleite ante la contemplación del paisaje son fundamentales para transmitirnos esa sensación de bienestar que tanto necesitamos y que nos sirve para cargar las pilas y afrontar con energía la vuelta a casa.
