Al igual que acudimos al médico a medirnos la tensión, vamos al dentista para cuidar nuestra dentadura o revisamos nuestra vista al menos una vez al año, debemos prestar especial atención a nuestros oídos ya que los efectos de una mala audición provocan problemas a la hora de comunicarnos con los demás, sensación de zumbido en los oídos e incluso, sentimiento de desconfianza e inseguridad. Pero también parece que puede suponer un mayor deterioro cognitivo con la edad.
Y es que, según un estudio realizado por la Escuela Bloomberg de Salud Pública de la Johns Hopkins University en Baltimore, Estados Unidos, oír bien (aunque sea con la ayuda de audífonos y amplificadores del sonido) mejora la calidad de vida de las personas mayores pero además, puede frenar su deterioro cognitivo.
Para obtener estos resultados, se ha analizado a 253 personas de una media de 77 años con pérdidas de audición, a la vez se les hicieron pruebas de memoria, aprendizaje, lenguaje y atención.
Después de unos años, los participantes con pérdidas de audición que no utilizaron audífonos registraron un mayor deterioro mientras que aquellos que utilizaron algún tipo de solución auditiva tuvieron puntuaciones muy parecidas a aquellos participantes con una audición normal.
Algo que confirma que debemos realizarnos revisiones al menos una vez al año. No debemos tener miedo a la hora de acudir a un especialista, lo importante es que si tenemos un problema, podamos detectarlo a tiempo y así comenzar a tratarlo, para evitar situaciones menos favorecedoras para nuestra salud.
