Ser abuelo implica que ya hemos gastado nuestras energías en educar a nuestros hijos y ahora es el momento de DISFRUTAR (¡en mayúsculas!) a tope de nuestros nietos. Y es que, el de abuelo es un título que la mayoría llevamos muy a gala. Y no es para menos si tenemos en cuenta que nos da licencia para tirarnos al suelo, malcriar, permitir, consentir, reclamar mimos y atenciones, cuidar, disfrutar, proteger y un sinfín de cosas más, que solo podemos hacer con nuestros nietos.
La relación entre abuelos y nietos supera todas las barreras del mundo. Va más allá del amor. Nuestra conexión, a veces es tan fuerte que los abuelos pasamos a ser mejores amigos, cómplices, compañeros de aventuras, confesores, payasos, guardaespaldas y hasta enfermeros si lo necesitan…
La unión con nuestros nietos es muy enriquecedora para ambas partes. Ellos nos dan la vitalidad y energía necesaria para cuidarles y sentirnos útiles haciéndolo, mientras que nosotros les enseñamos a convertirse en personas buenas, valientes y honestas.
Además, en una sociedad como la nuestra en la que nuestros hijos normalmente trabajan muchas horas y tienen que atender compromisos fuera del hogar, los abuelos nos hemos convertido en imprescindibles a la hora de recoger a los pequeños en el colegio, llevarles a sus clases extraescolares, darles de comer, de merendar o de cenar e incuso para quedarnos con ellos en sus vacaciones.
Por su parte, los nietos también nos sirven de ayuda para ir a hacer la compra, en las tareas domésticas o simplemente para asesorarnos sobre qué teléfono móvil o tablet comprarnos. A cambio, somos para ellos fuente inagotable de historias, relatos y anécdotas que siempre les suscitan interés y les divierten.
Pero, quizás, lo más importante es que con nuestros nietos no dejamos de aprender que nuestra felicidad pasa por su sonrisa y que una lágrima suya nos encoge el alma. Porque no hay amor más puro, más generoso, más desinteresado y más infinito que el que sentimos por nuestros pequeños. Y es que… nuestros nietos son, sin duda, el mejor regalo que han podido hacernos nuestros hijos…
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