Martin Scorsese y otros 83 mayores comparten su experiencia en un libro propuesto por el Papa Francisco

El Papa Francisco se ha reunido este martes con 84 jóvenes y ancianos provenientes de todo el mundo, entre los que se encontraban el director de cine, Martin Scorsese, durante la presentación del libro ‘La Sabiduría del Tiempo’, un proyecto global para promover el diálogo entre las distintas generaciones y revindicar el papel de los ancianos en la sociedad. Francisco ha recordado que es importante que los mayores transmitan a los jóvenes su experiencia para que nunca se olviden las lecciones que nos enseña el pasado. Sin ir más lejos, cuando pronunció la frase: “Sabemos cómo comienzan los populismos: sembrando odio”. El Pontífice, que ha participado en el volumen escribiendo el prólogo y comentando algunos de los relatos que componen el libro, se ha sometido a las preguntas de los asistentes al evento, entre ellos Martin Scorsese. Varias personas de distintas edades y procedencias (entre las que se encontraban cuatro españoles) interpelaron en voz alta al Pontífice sobre la fe, el futuro de los jóvenes o el aumento de la violencia en el mundo actual.

Como decimos, el director, productor y guionista de cine Martin Scorsese, premio Princesa de Asturias de Arte 2018, junto con 84 hombres y mujeres mayores de distintos rincones del planeta, comparten sus experiencias de vida en el libro ‘La sabiduría del tiempo’, una propuesta del Papa Francisco, en colaboración con Loyola Press. El equipo editorial que ha coordinado este trabajo ha hecho entrega al Papa Francisco del libro este martes 23 de octubre, en el marco del Sínodo de los Jóvenes.

Scorsese explica en el libro que ha aprendido “más del fracaso y del rechazo que del éxito”. En concreto, recuerda cómo varios episodios de “crueldad” en sus inicios, cuando personas del mundo del cine despreciaron su obra, le llevaron a ser quien es hoy día. “En aquel momento podría haberme dicho: tal vez mi obra no interesa nada a las personas que realmente hacen las películas, tal vez debería abandonar. Pero no lo hice”, recuerda.

En respuesta a Scorsese, el Papa constata que “el destino de cada uno no está escrito de antemano” y que es con la mezcla de “oportunidades y errores” con la que cada persona crea su vida. “Los fracasos no pueden detenernos si sentimos arder el fuego en el corazón”, subraya.

Entre los españoles protagonistas del libro, destaca el testimonio del padre Ángel García, fundador de Mensajeros de la Paz, quien relata la experiencia que más le desarmó en su vida: cuando su hijo adoptado en El Salvador, que sobrevivió a un accidente doméstico en el que casi se quema por completo, le preguntó años más tarde por qué no le salvó de las llamas. “No te salvé porque no llegué a tiempo”, fue la respuesta del sacerdote. Si bien, se dio cuenta de que pensándolo mejor sí le salvó, del mismo modo que el chico le salvó a él porque “el amor siempre salva”. El Papa subraya que la experiencia del padre Ángel enseña que los padres no son “superhéroes” pero su amor siempre se mantiene “firme”.

También comparte su experiencia en el libro el veterano de la Segunda Guerra Mundial Joe Schneider, que recibió la Estrella de Plata por contribuir a garantizar la seguridad de sus pilotos en una misión de bombardeo, y que falleció pocos meses antes de la publicación de este libro, cuenta cómo la oración le ayudó durante la guerra. Así, éste recordaba cómo antes de que comenzara un bombardeo, rezaba, porque no sabía si en los cinco minutos siguientes seguiría vivo. “A esa edad, esto te puede suceder una o dos veces, a mí me pasó 72 veces”, subraya, al tiempo que afirma que no podría haber sobrevivido a esa guerra sin Dios. “Él era mi copiloto”, asegura.

Asimismo, el libro también recoge la experiencia de Erwin Froman, superviviente del Holocausto, que confiesa aún sentir la mano de su padre desprendiéndose de la suya cuando llegaron al campo de exterminio de Auschwitz en 1944. Ahora, se ve a sí mismo reflejado en los refugiados de Siria y nos invita a luchar con pequeños gestos para “eliminar el odio”. En este sentido, el Papa nos insta a tratarnos “con bondad, ser amables con los demás y ser solidarios”.

En el prólogo, titulado ‘Compartir la sabiduría, comienzo de una nueva alianza’, el Papa lamenta que la sociedad actual “ha silenciado la voz de los abuelos” y advierte de que poniéndolos “aparte”, se “desperdicia el tesoro de su sabiduría”. Francisco constata que los ancianos sufren cuando se ven “privados de apoyo” y terminan “sintiéndose abandonados”. Frente a esta actitud, invita a “hacer un esfuerzo para recuperar una respetuosa actitud de agradecimiento, aprecio y hospitalidad” hacia ellos.

“Nuestros ancianos representan un depósito de sabiduría para nuestra sociedad”, insiste, al tiempo que insta a construir “una alianza” entre jóvenes y ancianos, de forma que el testimonio de los segundos ayude a los primeros a enfrentarse con esperanza a un futuro que genera “ansiedad, inseguridad, miedo”. En este sentido, invita a los abuelos del mundo a formar una especie de “coro” que guarde la memoria y haga retroceder a la “cultura del descarte” en medio de una sociedad “obsesionada por la eficacia”.

“A los jóvenes de hoy día que viven su propia mezcla de ambiciones heroicas y de inseguridades, podemos recordarles que una vida sin amor es una vida infecunda. Y a los jóvenes excesivamente preocupados de sí mismos, podemos enseñarles que se experimenta más alegría en dar que en recibir”, enfatiza.

El libro, que será publicado simultáneamente en los Estados Unidos e Italia y está en curso de publicación en varios idiomas, es la piedra angular de esta iniciativa y recoge una amplia selección de relatos que el Papa Francisco comenta en diálogo con el padre Antonio Spadaro, sacerdote jesuita y Director de La Civiltà Cattolica, encargado además de la edición italiana publicada por Marsilio Editori.

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