El café es una de las bebidas más consumidas, con 2.250 millones de tazas cada día en el mundo. Éste contiene una serie de compuestos que pueden interactuar de forma beneficiosa en el organismo, incluyendo cafeína, diterpenos y antioxidantes. Al igual que una copa de buen vino al día, los últimos estudios sobre el consumo de café apuntan a que aporta más beneficios que efectos nocivos sobre nuestra salud. Si bien la cafeína, en exceso, puede influir negativamente en nuestro sistema nervioso, también puede aumentar la capacidad mental y la percepción; ayuda a estar alerta e incrementa la concentración. Beber café puede mitigar los dolores de cabeza, favoreciendo el efecto calmante de los analgésicos. El más reciente estudio EPIC (Investigación Prospectiva Europea sobre el Cáncer y la Nutrición), en colaboración con los investigadores de la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) y el Imperial College de Londres, ha descubierto que los niveles más altos de consumo de café están asociados con un menor riesgo de muerte, especialmente por enfermedades circulatorias relacionadas con el tracto digestivo.
Asimismo, el café previene la formación de coágulos de sangre, mejora el asma y las alergias, y reduce el riesgo de sufrir el mal de Parkinson. También, incluso, ayuda a prevenir las caries. Y siguiendo con las bondades del café, otro estudio titulado “Efecto terapéutico del café en la glicación avanzada de proteínas y la prevención de complicaciones de la diabetes”, realizado por el Instituto de Ciencia y Tecnología de Alimentos y Nutrición, el Instituto de Investigación en Ciencias de la Alimentación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), y la Universidad de Granada, constató que su consumo permitía un control efectivo del peso corporal y podría ayudar a prevenir la obesidad (esto se asoció al efecto lipolítico de la cafeína). Además, los que fueron tratados con extractos de café disminuyeron el peso del hígado, lo que sugiere una mejora en el metabolismo de los lípidos.
El café es, por otra parte, una fuente de antioxidantes, por lo que no es de extrañar que nos proteja contra enfermedades cardiovasculares, y de otras que lleven implícita la inflamación de alguna parte de nuestro cuerpo. Parece mentira que hasta hace bien poco las recomendaciones relegaban al café (y al chocolate, por cierto) a la lista de los alimentos prohibidos; pero afortunadamente las evidencias muestran que pueden tener un efecto protector en cantidades moderadas y dentro de una dieta equilibrada en pacientes sanos. El secreto está en encontrar nuestra dosis diaria de café para que sea saludable. Aunque no es fundamental en una dieta equilibrada para nuestra salud que incluya cafeína, tampoco hay que eliminarla de la misma.
Actualizado: 09/04/2018
