Es verdad que no siempre, ¡gracias a Dios! Pero, a veces a los mayores nos identifican con un carácter un tanto protestón y es que, ¿quién no se ha encontrado alguna vez con un yayo cascarrabias? también es cierto, que por lo general los abuelos somos cariñosos, serviciales y amables con todo el mundo.
Pero lo que está claro es que días malos tenemos todos y al igual que los niños, los adolescentes o los jóvenes, entre los más mayores también están esas personas que son agradables por naturaleza y que regalan sonrisas por doquier y estamos nosotros, a los que, a veces, nos cuesta un poco más sonreír o nos levantamos de vez en cuando con el pie izquierdo… por cierto, que para comprobarlo sólo tenéis que daros una vuelta por los foros y chats de mayormente.com y en seguida descubriréis que como en la viña del Señor, aquí hay de todo ¡y todos sois bienvenidos!
Y como a nadie le gusta estar malhumorado todo el día y esto es algo fácil de solucionar, te contamos algunos trucos para ganarte la simpatía de los demás en un tiempo récord…
- Hablar correctamente sin levantar la voz o resultar ofensivo, mirar a los ojos mientras hablamos y sonreír de vez en cuando puede ser un buen comienzo. También lo es evitar las palabras mal sonantes y los insultos ya que no resultan agradables en una conversación distendida.
- Mostrar interés por lo que nos cuentan los demás, hacerles preguntas sobre aquellas cosas que les preocupan, y llamar a las personas por su nombre si es que lo sabemos.
- Las palabras ”por favor”, ”perdón” y ”gracias” abren puertas que jamás conseguiremos de otra manera. Son sencillas de recordar y quedan estupendamente en cualquier frase.
- Abrir nuestra mente aunque pensemos radicalmente lo contrario a lo que nos están contando. No hay porqué pelearse porque no pensemos igual que los demás, lo bueno es poder comentar y argumentar pero siempre desde la buena fe y el respeto.
- Mostrarnos tal y como somos, sin falsedades. No tenemos porqué disfrazarnos, nuestra personalidad puede enamorar a cualquiera.
- Huir de la negatividad y del pesimismo. Las personas pesimistas son infelices y sufren mucho más por todo. ¡La vida es para disfrutarla! Y si algo sale mal, siempre se puede cambiar.
Como veis, ser agradable no es sólo una cuestión de personalidad o de educación, si no que como casi todo, si lo practicamos a menudo cada vez lo haremos mejor y nos saldrá de forma involuntaria. La vida es demasiado bonita y demasiado corta como para desperdiciarla en estar de mal humor, así que ¡sonríe! además es gratis.