Las infusiones se han utilizado siempre, desde hace siglos, con distintos fines. Unas veces como remedio para aliviar dolores, otras para limpiar heridas, y otras como un simple capricho para el paladar. Pero sea de la manera que sea, vuelven a estar de moda las recetas de nuestras madres y ahora somos nosotros quienes les contamos a nuestros hijos y nietos cómo hervir hojas, flores y frutos y obtener efectos beneficiosos para nuestra salud y nuestro organismo.
Y aunque las infusiones más comunes siguen siendo el café, el té, el mate o la manzanilla, también existen otras que nos aportan muchos beneficios y complementan nuestra dieta con solo añadir una cucharadita de estas plantas en una taza de agua hirviendo…
- Para la memoria: el tomillo aporta glucosa al cerebro y conserva los vasos sanguíneos. Además esta infusión es rica en vitamina B3, por lo que potencia la memoria, facilita la concentración y ayuda al buen funcionamiento del cerebro. El arándano puede reducir la pérdida de memoria y mejorar la circulación sanguínea y el gingseng mejora la actividad intelectual y facilita el aprendizaje.
- Para las cicatrices: el cataplasma de infusión de manzanilla aplicado sobre las zonas afectadas es un remedio muy efectivo y relajante. La cola de caballo para heridas, llagas o ampollas es una solución muy eficaz y rápida y la caléndula es perfecta para arañazos y raspones. Las tres se aplican sobre una gasa empapada directamente en la herida.
- Para los resfriados, la gripe y los catarros: las hojas y flores de tomillo en infusión funcionan como un excelente antiséptico y expectorante para la tos, para abrir las vías respiratorias basta con inhalar el vapor de una infusión de eucalipto o lavanda, que además de descongestionar las fosas nasales, sirven como analgésico.
- Para los dolores de estómago: el jengibre sirve para aliviar las molestias estomacales, las náuseas y los vómitos; la manzanilla es un depurante natural y el hinojo es una planta medicinal que alivia esta dolencia. Por su parte, la hierbaluisa favorece la digestión, alivia los cólicos y elimina los gases.
- Para la artritis, el reumatismo y los calambres: en ayunas es bueno tomar un té con un poco de zumo de limón o una infusión de jengibre con una cucharada de miel para aliviar las molestias de huesos y músculos.
- Para la migraña: las infusiones de tila, manzanilla, flor de amapola o violeta además de aliviar el dolor de cabeza, sirven para relajarnos y hacernos dormir mejor.
- Para los nervios: la pasiflora calma nuestro sistema nervioso central y sirve como relajante muscular, la hierbaluisa es buena para el estrés, la ansiedad y el insomnio y la valeriana ayuda a conciliar el sueño y a estar tranquilos.
Y tú, ¿tienes algún truco para aliviar estas molestias? ¿conoces alguna receta casera que te haya enseñado tu madre o tu abuela para aliviar estos dolores? ¿confías en la medicina natural o prefieres ir al médico?
