Los planes más sencillos, aquellos que por falta de tiempo no llevamos a cabo el resto del año, pueden ser la mejor forma de pasar un verano en familia. Compartir cada día aficiones que unan a los diferentes miembros es algo extraordinario en los tiempos que corren y las vacaciones se presentan como el momento más preciso para hacerlo. Te proponemos algunos de estos planes:
Cines de verano. Aunque se conserven unos pocos como vestigios del pasado, aún se pueden encontrar en muchos puntos de nuestra geografía estas proyecciones cinematográficas al aire libre recuperadas para gozo de sus ciudadanos y visitantes. Los cines de verano son una clásico del periodo estival que gozan de gran éxito en aquellas localidades en que el calor aprieta especialmente como en Madrid que lleva ya diez ediciones de su Circuito de Cine de Verano.
Visitar Museos. Tenemos tiempo de sobra para aprovechar y ver algunas de las exposiciones que acogen los Museos de nuestra ciudad. Admirar el Arte puede ser un placer doble si lo compartimos con nuestra familia. Te recomendamos, si aún no has podido visitarlas, la muestra Joaquín Sorolla (1863-1923) en el Museo Nacional del Prado; George Nelson. Clásicos del diseño para el siglo XXI en la sede en La Coruña de la Fundación Pedro Barrié de la Maza; El siglo del Jazz en el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona o la muestra Geometría y grafismo en la Sala Martínez Guerricabeitia de Valencia.
Disfrutar de las fiestas de verano. Si en tu localidad no se celebra ninguna, seguro que encuentras alguna cercana. Media España está de celebración durante los meses de verano y recupera algunas tradiciones de siglos que emocionan y divierten a todas las generaciones.
Hacer una escapada. Ya sea a la montaña –donde poder pasear y hacer senderismo- para disfrutar de la naturaleza; pasar el día en un parque acuático –clásico también de los veranos en familia-; ir a pasear en barca –una actividad que gusta a personas de todas las edades- o hacer una acampada, aunque sea en nuestro propio jardín; en verano también se necesitan días para romper con la rutina y disfrutar de una convivencia familia.
