El próximo 30 de junio, las televisiones de 31 localidades españolas se quedarán en negro si no han instalado la antena para poder acceder a la nueva era de la televisión: la TDT (Televisión Digital Terrestre). La falta de información, por un lado, y el desconocimiento sobre el procedimiento para estar preparado al “apagón analógico” obliga a acciones especiales dirigidas a aquellos sectores de la población que corren el riesgo de quedar al margen de este avance tecnológico.
Concretamente, el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio junto con el Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos de Telecomunicaciones ha puesto en marcha el proyecto piloto “Voluntario TDT” que se desarrollará experimentalmente en Segovia y Mataró, dos de las ciudades que vivirán el cese de emisiones analógicas en junio. A través de este proyecto se pretende facilitará a aquellos grupos sociales con mayores dificultades -los jubilados, personas con algún grado de dependencia, discapacitados y mayores de 65 años que viven solos, fundamentalmente- la adaptación de sus hogares a la nueva Televisión Digital Terrestre.
Para ello, quienes quieran disponer de la ayuda de los voluntarios, deberá adquirir previamente el descodificador y llamar a un número de teléfono para que los voluntarios acudan a sus hogares para instalar los receptores TDT y enseñarles su funcionamiento. Si funciona como se tiene previsto, con más de 1.000 intervenciones a domicilio de voluntarios, el proyecto se irá poniendo en marcha en los diferentes puntos de la geografía española con visos a minimizar las dificultades que pudiese haber en este cambio.
En abril de 2010, la señal de televisión analógica desaparecerá definitivamente en nuestro país y será sustituida por la Televisión Digital Terrestre, que será la única forma de ver televisión en abierto –también de pago, según el último anuncio del Gobierno-. Por tanto, quienes no se hayan adaptado al nuevo sistema de transmisión de imágenes dejarán de recibir la señal en sus aparatos de televisión. Actualmente, ambas señales se emiten de manera simultánea y será a partir del 30 de junio cuando, de manera escalonada, las ciudades españolas vayan dejando en off la televisión concebida como tal hasta ahora.
