“Si surge una oportunidad, pruébalo. Lo peor que puede pasar es que falles y eso no es una catástrofe”. Esta es la máxima de Bert Blevens, el protagonista de esta historia; un auténtico “joven” de 90 años de edad que ha recorrido a lomos de una bicicleta-triciclo los cerca de 1.500 kilómetros que separan la ciudad de Louisville (Kentucky) de Cayo Siesta (Florida). En su peculiar periplo épico le han acompañado alternativamente sus hijos Kim y Beth, para quienes, sin duda, también ha sido una vivencia inolvidable.
Según las propias palabras de este veterano estadounidense de la II Guerra Mundial, la experiencia no ha sido tan cansada como esperaba. Después de tres semanas de viaje, haciendo auténticos malabares para recorrer ciertos lugares por donde resultaba imposible circular en su vehículo, Blevens se siente orgulloso y muy relajado. Tanto, que planea hacer unos kilómetros más para llegar a la costa y visitar a unos amigos.
Una aventura familiar que no entiende de edades, que nos da una lección de superación, demostrándonos que somos capaces de alcanzar grandes metas, independientemente de nuestra edad.
A través de esta historia, el deporte se convierte una vez en el protagonista del tiempo libre. Tal vez no haga falta vivir una aventura como la de Blenvens pero, ¿por qué no lanzarse a hacer el Camino de Santiago? O, a menor escala, es sencillo encontrar rutas ciclistas en todas las comunidades, incluso parques por donde dar, sencillamente, una relajada vuelta. Lo importante es ponerse una meta y cumplirla, consiguiendo estar más en forma y llevar una activa y saludable.
