Remedios con sabor a cítrico

Desde generaciones, el limón, en sus distintas formas – en zumo, con agua y sólido -, ha sido utilizado como remedio casero además de cómo alimento. Sus propiedades gastronómicas, cosméticas y medicinales hacen de este fruto uno de los más completos y útiles en la casa.

Las propiedades terapéuticas del cítrico son muchas, probadas y eficaces, a lo que hay que sumar la ventaja de no producir efectos secundarios. El limón puede ayudarnos en el tratamiento de muchas dolencias; aporta a nuestro organismo ácido cítrico, vitaminas B y C, potasio, hierro y calcio; purifica la sangre y ayuda al cuerpo a eliminar toxinas. No obstante, una de sus principales y beneficiosas cualidades es que nos previene de sufrir diferentes tipos de dolencias, como las que provocan las enfermedades cardiovasculares.

Asimismo, gracias a sus propiedades antibacterianas y antivíricas, el limón alivia los síntomas de las infecciones frenando su avance. De este modo, es especialmente recomendable en el caso de padecer gripes y catarros. También es aconsejable para tratar problemas de circulación, ya que calma la presión arterial.

Como antiséptico, este cítrico ayuda a desinfectar las heridas y picaduras de insectos, acelera la cicatrización de las llagas en la boca y es muy eficaz en el tratamiento del herpes. Además, sirve para tratar a los enfermos de gota, ciática, lumbago y los problemas digestivos.

En el mundo de la cosmética, el zumo de limón tiene múltiples aplicaciones. Hecho zumo es excelente para limpiar y fortalecer uñas y cutículas; con sus hojas podemos lograr que nuestra ropa huela bien durante horas y este mismo aroma nos relaje.

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