Mucha es la gente que necesita del cambio constante en su vida para poder progresar, sentirse viva y llenarse cada poco tiempo de nuevas ilusiones y esperanzas. “Renovarse o morir”, suele ser el lema aplicado a esta forma de vida. Pero cuando llegamos a cierta edad cuesta más eso de emprender y estar en continuo movimiento. Sin embargo podemos encontrar una excusa perfecta muy cerca para llenarnos de vida: dar un cambio a nuestro hogar.

Con los hijos ya independizados o a punto, es el momento de aprovechar tanto espacio libre para realizar nuevos proyectos y crear una casa aún más confortable a nuestro gusto y estilo, según nuestras preferencias de ocio y disfrute o físicas, por qué no.

Llegados a la madurez sabemos perfectamente que lo que mejor recordamos de las experiencias vividas son los pequeños detalles que han marcado la diferencia. Y es que en los pequeños detalles es donde reside la clave del éxito de un viaje, una iniciativa, una amistad, una relación, un libro, una película, etc. Nuestro hogar también está impregnado del olor de esos detalles. Nuestros detalles.

Si queremos redecorar nuestro hogar podemos hacer pequeños o grandes cambios, pero debemos conservar esa esencia personal que imprime nuestro sello en casa. Lo importante es tener un proyecto en mente, planificar primero, aunque a veces con cambiar un par de muebles de sitio o pintar las paredes podemos descubrir un nuevo hogar. Pero es a esta edad donde tenemos que tener muy claro el concepto del disfrute. Los cambios deben ir, pues, en esa dirección.

Hoy día es sencillo y barato hacerse con equipos de home cinema que, unidos a nuestro equipo de música y ordenador, podemos convertir en el centro de operaciones de nuestra sala de cine y música, donde proyectar nuestras películas favoritas o dar salida a nuestra discoteca. Idea perfecta para aprovechar una habitación que haya quedado vacía, y dejar así el salón más libre para acontecimientos más familiares.

Si somos muy aficionados a la lectura es interesante el encontrar un hueco en el que instalar un sofá individual para imbuirnos en nuestras lecturas favoritas. Cuanto más cerca de la luz natural mejor. Renovar utensilios de cocina y algunos electrodomésticos nos pueden hacer nuestra vida más sencilla. A la hora de cocinar lo agradeceremos y cuando toque recoger y limpiar lo agradeceremos aún más.

Y por último el descanso. Durante toda nuestra vida el descanso tiene que ser una prioridad para poder desempeñar nuestro trabajo, labores y vida cotidiana. Pero es ahora cuando el descanso cobra vital importancia pues a esta edad es cuando más debemos cuidarnos. Si aún conservamos el colchón de toda la vida, quizás sería un buen momento para adquirir uno nuevo. Hoy día existe una gran variedad y a buen seguro podremos encontrar el que mejor se adapte a nuestras necesidades de descanso. Cambiar el mobiliario de nuestra habitación puede ser también un proyecto interesante.

Lo importante, como decíamos, es saber conservar nuestro carácter en todos los cambios y no crear un hogar impersonal.