Aunque llevemos mil años casados, nuestro hijos ya hayan volado del nido y creamos que los sabemos todo sobre la familia, la pareja, la paternidad o la convivencia; la realidad es que, hoy en día, existen especialistas que nos pueden ayudar a afrontar situaciones que todavía no hemos vivido o a asimilar realidades complicadas que, tal vez, creemos superadas.
Como es lógico, hay muchos psicólogos familiares y de pareja especializados en todos estos temas pero, además, podemos encontrar instituciones donde se puede acceder fácilmente a formación, así como a programas de apoyo. Hoy nos queremos referir a uno en concreto, se trata del recién inaugurado CAF (Centro de Apoyo a la Familia) Majadahoda; gestionado por la Fundación Altius-Universidad Francisco de Vitoria, en colaboración con la Fundación Mujer, Familia y Trabajo.
Todos los servicios que allí se ofrecen son de carácter gratuito y están dirigidos, coordinados e impartidos por un plantilla de profesionales de primera línea que vela en todo momento por lograr el, tan ansiado en muchos casos, bienestar familiar. Abogados, psicólogos, mediadores familiares y trabajadores sociales, están realizando labores de asesoría, formación y acompañamiento a lo que se espera que sean más de mil familias al año.
Por lo pronto, el centro ya ha publicado su programa de actividades formativas para este verano, para las que es imprescindible reservar plaza (llamando al 91 636 20 07, o bien escribiendo al correo [email protected]). Las hay para todas las etapas de la “vida familiar”: un taller para crear vínculos afectivos entre padres y bebés de 0 a 3 años; una sesión sobre la convivencia con adolescentes; un ciclo de dos conferencias acerca de la vida en pareja, que hace hincapié en la superación de los momentos de crisis; un taller sobre inteligencia emocional y un seminario sobre conflictos familiares.
Como podéis ver, la oferta, además de amplia es de lo más interesante. Vale la pena seguir de cerca iniciativas como esta, que sirven de apoyo a la familia y, sobre todo, no dejar pasar la oportunidad de “reciclarse” también en cuestiones de índole familiar, al fin y al cabo, ¿no es la familia lo más importante?
