Precauciones de cara a las vacaciones

El calor aprieta, llegan las vacaciones y quienes pueden aprovechan los días festivos para darse un merecido descanso y disfrutar de lugares más frescos y relajantes. Lo más común en estos días es ver llenas piscinas y playas, e incluso las pozas y riachuelos de la sierra, donde el agua es más fresca y el ambiente, más natural.

Aunque estemos relajados, debemos tener en cuenta ciertas precauciones para poder disfrutar al máximo sin correr ningún riesgo. El calor es una de las cuestiones que más debemos cuidar. Puede provocar agotamiento físico y psíquico en la persona; bajadas de tensión y alteraciones del estado anímico son los síntomas más comunes del choque de calor. Para evitarlo es necesario hidratarse de manera constante y no exponerse demasiado rato al sol. Mayores y niños son quienes más cuidado deben tener.

Queremos también recordar que a la hora del baño, aunque se sea un nadador avezado, hay que tener siempre precaución. Tal vez parezca una obviedad, pero es importante recordar que no se debe consumir alcohol, ya que cerca de la mitad de los ahogamientos que se producen afectan a personas que lo han ingerido. Del mismo modo, quienes tengan menores a su cargo deben ser conscientes de que cinco minutos de despiste pueden ser cruciales; el 86 % de los fallecimientos de menores en agua se dan en recintos privados, donde a menudo se baja la guardia. Así las cosas, no se debe perder de vista a los menores, ni dejarles con terceros desconocidos, y enseñarles a respetar las normas de seguridad o las que rijan en el recinto en que se encuentran.

En las playas, se deberá estar atento al color de la bandera, recordando que verde significa calma; amarillo, precaución; y rojo, peligro. Además, hay que estar alerta ante la presencia de medusas, protegerse del sol de forma adecuada y hacer la digestión antes de bañarse. Al igual que en las piscinas, hay que extremar las medidas de higiene para no contraer infecciones cutáneas –como hongos o papilomas- y tener mucho cuidado con la profundidad de los lugares donde se nada.

Cuidando estas sencillas precauciones no hay duda de que este verano se disfrutará al máximo, sin sustos, y culminará con un final feliz.

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