Según anunció hace unos días Ana Mato -la ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad- un grupo de representantes de todos los Ministerios con competencias en el ámbito familiar formará una nueva Comisión Técnica, encargada de velar por el bienestar de las familias de nuestro país. Su trabajo será elaborar y presentar al Consejo de Ministros el Plan Integral de Apoyo a la Familia, una de las propuestas más audaces y controvertidas del gobierno en materia social.
Este plan Interministerial, que constituye todo un avance en materia de trasversalidad del ente público, tendrá entre sus objetivos conseguir racionalizar y flexibilizar las jornadas laborales, mejorar la fiscalidad de las familias, apoyar a los hogares con necesidades especiales, revisar los permisos parentales, ayudar a las familias numerosas y monoparentales o fomentar la “paternidad positiva”, entre otras cosas.
Para la Ministra “la familia no ha sido valorada y apoyada decididamente por los poderes públicos en el pasado”, por lo que el Gobierno pretende comprometerse firmemente prestando su ayuda para intentar resolver algunos cambios sociales que, en mayor o menor medida, tienen que ver con esta falta de atención. Quizá el más significativo sea el drástico descenso de la natalidad española, entre las más bajas del mundo; pero tampoco hay que olvidar la problemática a la que se enfrentan muchas mujeres cuando se ven en la tesitura de escoger entre la vida familiar y la laboral.
Esperamos, pues, que de esta Comisión surjan medidas eficaces, creativas y efectivas para mejorar la vida de las familias españolas y que el Gobierno, además de considerar “esencial el reconocimiento y el apoyo a la labor que prestan las familias” sepa hacerlo realidad gracias a este prometedor plan.
