Pieles mayores frente al sol

El paso del tiempo no sólo deja algunas arrugas sobre nuestra piel, sino que ésta se hace más frágil al volverse más seca y por tanto menos elástica, haciéndola más vulnerable a infecciones y lesiones de todo tipo como tumores. Desde la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG) se insiste en avisar a las personas mayores de que, si bien la exposición –moderada- a los rayos del sol es beneficiosa, aconsejable y necesaria,  no deben dejar de prestar aún más atención al cuidado de su piel frente al sol e incrementar la prevención para evitar lesiones.

Como señala el Dr. Primitivo Ramos, secretario general de la SEGG, las diferentes capas de la piel se van atrofiando, disminuyen las células epidérmicas, los melanocitos, sus células de defensa, su vascularización, la secreción de las glándulas sudoríparas y una pérdida de su elasticidad… Todo ello “tiene como consecuencia una piel delgada, pálida, fría, con arrugas, seca, con más facilidad para sufrir picor, flácida, frágil y con una cicatrización lenta y una mayor frecuencia de infecciones”.

Tomar el sol en exceso puede tener graves consecuencias como los diferentes melanomas (cáncer de piel), la queratosis solar (lesión escamosa en la piel que puede llegar a ser precancerosa), la fotodermatosis (un eczema de la piel por la exposición al sol),quemaduras o eritema solar

Entre los cuidados de la piel frente al sol no se debe olvidar: Evitar tomar el sol en las horas centrales del día (10,00 a 16,00 horas), hacerlo SIEMPRE aplicándonos cremas fotoprotectoras con un índice de protección de al menos 25 ó 30, que además nos aplicaremos con frecuencia, especialmente en condiciones de ejercicio, sudor, y baños en el agua (ninguna de estos protectores solares actúa más de dos horas).

Además, para mantener una piel sana y bonita es fundamental hidratarla y nutrirla. Para ello es recomendable tomar al menos 2 litros de agua al día y comer muchas frutas y verduras - los antioxidantes (vitaminas A, C y E, y el selenio) contienen previenen o retrasan el envejecimiento cutáneo – ya que su efectividad se ha comprobado a través de los alimentos, pero no se ha podido confirmar el mismo efecto cuando se consumen de forma externa mediante medicamentos y cremas.  Por último, evitar ambientes con polución y nicotina y olvidarnos del estrés y el insomnio son factores importantes para nuestra piel, a la que desde luego no debemos perder de vista y revisarla periódicamente, especialmente, lunares, pecas y manchas, comprobando si cambian su aspecto o si existe alguna herida o úlcera que no cicatriza.

Como se recuerda desde la SEGG, “¡La piel tiene memoria! y de todo lo que hagamos mal para ella repercutirá en la salud el día de mañana. Por tanto, cuidémosla desde hoy.”

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  1. La buena memoria de nuestra piel | Mayormente.com – El mejor sitio para mayores de 50 años

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