Nuevas luces

La consecuencia lógica de menos horas de luz solar a durante el día es un mayor consumo de la luz artificial, lo que conlleva a un aumento del consumo de energía, a pesar de medidas como el ajuste horario. Por eso se siguen lanzando alternativas como las bombillas de bajo consumo o la más innovadora iluminación electrónica, creada por circuitos informáticos y conocida como leds y que en España va a llegar de la mano de Philips a partir de noviembre.

Esta lámpara es el primer aparato de consumo construido con la base de la nueva tecnología de iluminación electrónica. Se trata de un flexo para iluminar escritorios y mesas de trabajo y que tendrá un precio aproximado de unos 70 euros. Su apariencia no se diferencia demasiado de las lámparas de mesa tradicionales, aunque la principal diferencia es la bombilla, ya que este punto de luz hace que queden el pasado las bombillas que funcionan por incandescencia y por fluorescencia (son fuentes lumínicas que se basan en la producción asociada al calor) y que suponen no sólo un alto consumo energético sino además una corta duración. La bombilla de esta nueva lámpara ideada por la multinacional holandesa produce luz fría por medio de la actividad de microchips, lo que hace que los productos derivados de esta tecnología leds tengan una larga vida y que el gasto de electricidad se vea reducido en un 80% a sistemas anteriores.

Hasta hace muy poco tiempo la única opción para una ‘iluminación ecológica’ eran las bombillas de bajo consumo, cuyo uso se ha estado impulsando con medidas que han llegado (en el caso de Irlanda) o que van a llegar (en los países de la Unión Europea en el 2010) a la prohibición del uso de las bombillas incandescentes, es decir, las que hasta ahora se han venido utilizando.

Las bombillas de bajo consumo o lámparas fluorescentes emplean en su iluminación una descarga eléctrica. En realidad estas bombillas son unos pequeños tubos fluorescentes acoplados a un casquillo. En este tipo de iluminación de emplea el vapor de mercurio a baja presión dentro de los tubos de vidrio revestidos con fósforo. Su principal ventaja es el bajo consumo de electricidad necesario para su funcionamiento (su ahorro es un 5 a 1, es decir, que cada vatio de una luz fluorescente equivale a una lámpara incandescente de cinco vatios). Su uso es especialmente recomendable cuando se tienen mucho tiempo encendidas, ya que consumen mas cuando se encienden y se estropean mas cuando se encienden y se apagan.Otra de sus ventajas es que estas bombillas son compatibles con las lámparas convencionales.

Sea por medio de la iluminación electrónica de los leds o por la de las bombillas de bajo consumo, la sentencia a desaparecer de las clásicas bombillas parece no tener marcha atrás y aunque es indiscutible el beneficio para el medioambiente y el ahorro a largo plazo, también lo es el hecho del coste que en un primer momento supone para los bolsillos de los consumidores.

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