Polémicas aparte, y a pesar de un futuro un tanto – o bastante- incierto, aquellos que estén pendientes de una valoración o a las puertas de entrar en el proceso, seguro que les interesa conocer las últimas reglas de aplicación del baremo para la valoración del grado de dependencia,que ya se encuentran publicadas en la web del Instituto de Mayores y Servicios Sociales (IMSERSO).
Se han recogido en 4 guías metodológicas cuyo objeto es el de facilitar a los profesionales la valoración de la situación de dependencia de las personas con sordo-ceguera, ceguera y déficit visual grave, trastorno mental grave, Alzheimer y otras demencias, dando a conocer los conceptos útiles para la comprensión estas condiciones de salud y desarrollando orientaciones para facilitar la aplicación de dicho baremo de forma homogénea y eficiente en todas las administraciones competentes.
La elaboración de las guías se ha hecho en base al Acuerdo del Consejo Territorial del Sistema para la Autonomía y Atención a la Dependencia sobre modificación del baremo de valoración de la situación de dependencia, establecido en el Real Decreto 504/2007, de 20 de abril, en el que se encomendaba al IMSERSO la “elaboración de guías metodológicas de aplicación del baremo, adaptadas a las características específicas de las distintas condiciones de salud, en las que se identifiquen las técnicas a emplear por las personas valoradoras en la comprobación de la capacidad para la realización de las distintas tareas a valorar”, con el objetivo de la mejora de la implantación de la nueva versión del baremo de la dependencia. Pero además las guías han sido supervisadas por laComisión Técnica de coordinación y seguimiento de la aplicación del baremo de valoración de la situación de Dependencia (CTVD), órgano técnico colegiado del Consejo Territorial del Sistema para la Autonomía y Atención a la Dependencia.
En cuanto a los responsables de la elaboración de estos documentos hay que señalar que han intervenido distintos organismos, entre ellos el Centro de Referencia Estatal de Alzheimer y Otras Demencias perteneciente al IMPSERSO, la Organización Nacional de Ciegos Españoles (ONCE) y la Federación Española de Rehabilitación Psicosocial (FEARP). La lista de colaboradores se extiende a los que han intervenido en la revisión de las guías como han sido la Confederación Española de Asociaciones de Familiares de Personas con Alzheimer y otras Demencias (CEAFA), la Asociación de Padres de Personas Sordociegas (APASCIDE), la Asociaciónde Sordociegos de España (ASOCIDE), la Federación Española de Sordoceguera (FESOCE), la Fundación ONCE para la Atención de Personas con Sordoceguera (FOAPS), la Confederación Española de Agrupaciones de Familiares y Personas con Enfermedad Mental (FEAFES), la Asociación Española de Neuropsiquiatría (AEN), la Sociedad Española de Psiquiatría, la Sociedad Española de Psiquiatría Biológica, la Fundación Española de Psiquiatría y Salud Mental, y la Fundación Instituto Catalán del Envejecimiento (FICE) de la Universidad Autónoma de Cataluña.
Precisamente se acaban de hacer públicas las conclusiones del VIII Dictamen del Observatorio Estatal de la Dependencia, que analiza semestralmente la aplicación de la norma en todas las comunidades autónomas. Entre los datos ofrecidos destaca que a la cabeza del número de solicitudes presentadas se encuentra EL País Vasco, con un 4% de la población, seguida de Andalucía y La Rioja. Los últimos puestos los ocupan la Comunidad Valenciana, Canarias y Madrid, que cierra la lista con algo más del 0.5% de solicitudes sobre su población.
El limbo de la dependencia. Según el Observatorio Estatal de la Dependencia, 312.000 personas (1 de cada 3) se encuentran en lo que denominamos limbo de la dependencia. Estas personas tienen reconocido un grado y nivel que les da derecho a recibir las prestaciones y servicios del Sistema, pero aun no se les ha aprobado el PIA que les permite recibir de manera efectiva estos servicios o prestaciones.
