No lo dudes, ¡empapela!


Seguro que muchos ya habéis tenido papeles pintados en las paredes de vuestras casas, y no es extraño, ya que entre los años sesenta y los setenta se convirtieron en una moda de lo más común. Aunque, no lo vamos a negar, este tipo de revestimiento para las paredes alegra mucho los hogares, también tiende a hacerlos visualmente más pequeños y antaño tenía sus inconvenientes, la mayoría de ellos derivados de la mala calidad de los papeles. Durante los últimos años, se han vuelto a poner de moda; eso sí, sus prestaciones han mejorado notablemente y ya no se usan de la misma manera. Te contamos todos los detalles imprescindibles para retomar el uso de los papeles pintados y darle a tu casa un toque “retro” sin sobrecargarla.


Para empezar, hay que tener muy claro qué tipo de material queremos usar. En el mercado encontraremos una amplia oferta de papeles pintados y lo más importante es que elijamos uno que se adapte a nuestras necesidades. Para baños y cocinas es recomendable usar un papel vinílico que, gracias a su revestimiento plástico, puede ser lavado con un paño húmedo sin estropearse. Los más comunes son los papeles gofrados, mucho más delicados que los anteriores, ya que sólo estar recubiertos de una fina capa de barniz. Otra opción a tener en cuenta son los papeles pintables que, al no llevar ninguna capa protectora, se pueden pintar si un día nos cansamos de ellos; eso sí, son mucho más delicados para su conservación en el día a día. En el caso de que las paredes no sean perfectamente lisas, lo mejor es comprar papel texturizado, es el mejor para ocultar todo tipo de imperfecciones. Hoy en día, existen también papeles autoadhesivos, pero hay que tener cuidado con ellos porque, aunque parecen más fáciles de poner, el resultado final suele ser peor.


Hace cuarenta años lo propio era empapelar las habitaciones enteras y lo que la moda dictaba es que se cubriera cada habitación con un papel distinto. Hoy en día, la cosa ha cambiado y las tendencias no quieren renunciar a un cierto minimalismo ni aún en el caso de estar usando papeles con motivos barrocos de lo más recargados. Por eso, lo que se suele hacer es empapelar sólo una pared de una habitación, tal vez revestir una columna o -en el caso de baños y cocinas- usar azulejos hasta cierta altura y papel hasta llegar al techo. La idea es darle a la casa un toque diferente y divertido sin recargarla demasiado.


Para comprarlos hoy en día no hace falta moverse del sillón de casa, existen varios sitios virtuales especializados en papeles pintados que funcionan de maravilla -trestintas.com, papelespintadosdelos70.com o papelpintadoonline.com son algunas de ellos- aunque las creaciones que ofrecen tiendas como Gaston y Daniela no suelen encontrarse en la red. A la hora de elegirlo encontrarás motivos de todo tipo: geométricos, florales, barrocos, caligráficos… Lo más importante es que compres uno que conmbine y contraste con la decoración del lugar donde lo vas a poner; eso sí, es imprescindible que te encante, si no terminarás cansándote pronto.


Llegados a este punto ya sólo queda abordar el asunto más peliagudo: la colocación. No es difícil de hacer, aunque siempre se puede pedir la ayuda de profesionales y garantizar de este modo un acabado perfecto. Para los que quieran arriesgarse, nos despedimos con este video en que explica paso a paso cómo ponerse manos a la obra:
 



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