Menopausia: pequeña-gran desconocida

Uno de los procesos ineludibles en la mujer con el paso de los años es la menopausia, una etapa de transición que comienza pasados los 40 y que se prolonga más allá de los 50 en la que se produce la retirada del ciclo menstrual reduciéndose la producción de las hormonas sexuales femeninas, los estrógenos.

Aunque evidentemente es un proceso natural, los cambios físicos y emocionales que supone no son bien conocidos y muchas personas (incluidas las propias mujeres) tan sólo se quedan en la superficie, en los síntomas más evidentes como los sofocos, apatía, o el insomnio, el nerviosismo y la irritabilidad. Pero hay que tener en cuenta que también se producen una serie de cambios menos evidentes, y menos conocidas como la atrofia vulvar y vaginal o la disminución de útero y ovarios, disminución del grosor de la piel, la pérdida de elasticidad o la mayor sequedad de la misma. No hablemos ya de la hipercolesterolemia, diabetes o hipertensión arterial que a su vez suponen un incremento del riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares.

En fin, que a pesar de ser algo cotidiano la menopausia es una pequeña gran desconocida, especialmente en los que se refiere a algunas de las patologías asociadas a ella, como la osteoporosis o la perimenopausia, punto en el que precisamente enfoca su atención las ‘MenoGuías’, unas guías prácticas publicadas por la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM) que responden en un lenguaje sencillo a las cuestiones básicas que se plantea la población en general y, en concreto, la mujer.

Durante la presentación de estas ‘Menoguías’ en un taller celebrado hace unos días en Bilbao el doctor Borja Otero, coordinador del taller de presentación ha señalado que “gracias a una profunda revisión científica y la extensa difusión que se les está dando, las MenoGuías están consiguiendo transmitir de forma uniforme la misma información a profesionales de toda España. De esta forma, los estándares de calidad de atención dirigidos a las pacientes serán más homogéneos y permitirán impulsar tratamientos efectivos y seguros, así como desterrar otras prácticas que no lo sean”. Pero no hay que olvidar que, tal y como ha explicado el presidente de la AEEM, el doctor Rafael Sánchez Borrego, en ningún caso, la información que se ofrece “pretende ser un sustituto del consejo médico, diagnóstico o tratamiento, por lo que es fundamental recibir consejo médico en el momento en el que comience a haber desequilibrios hormonales”.

Según informa la AEEM, en estos momentos, la asociación dispone de cuatro ‘Menoguías’que abordan situaciones tan comunes en esta etapa como la perimenopausia, el cáncer de mama, la osteoporosis y el uso de la tibolona en la mujer posmenopáusica. Además está previsto que en los próximos meses aparezcan nuevos manuales sobre nuevos tratamientos que mejoren aún más la transmisión de conocimientos y homogeneizar la atención entre profesionales no sólo de ginecología, sino de otras especialidades involucradas en e manejo de los síntomas climatéricos.

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