Cada familia es un mundo, y como es lógico, cada cual es distinta a las demás, con sus costumbres, sus tradiciones, sus gestos cómplices e incluso sus rencillas. Pero dentro de esta maravillosa diversidad, encontramos que toda familia es un campo inabarcable de vivencias y de crecimiento personal de cada uno de sus miembros. La unión de personas con diferentes caracteres y modos de enfrentarse a la vida, permite que la suma de las virtudes de todos sus componentes refuerce el valor del grupo y favorezca el desarrollo de sus componentes.
El secreto de la mejora de cada miembro de la tribu familiar dentro de la misma, reside -según el médico y psicólogo Aquilino Polaino- en la conjugación de diez factores de suma importancia para todos y cada uno de los componentes de la familia. Así lo hemos podido descubrir gracias a un artículo publicado por el famoso doctor en Agea.org. Sin ánimo de ser exhaustivos, en esta artículo analizaremos dos grandes campos de batalla donde luchar para mejorar la autoestima dentro de las familias:
Dedicar tiempo. Sencillo, pero difícil de llevar a cabo. El tiempo que le pueden dedicar los padres a los hijos en una sociedad en la que ambos progenitores trabajan se ha visto reducido drásticamente; pero hay que luchar contra esta tendencia y dedicar el máximo tiempo posible a los hijos en el momento en que ellos lo necesitan, no cuando “queda un hueco”. Además, hay que aprovechar ese tiempo para dar ejemplo y mantener una comunicación continua, en la que todos los miembros hablen y escuchen, siendo esto último lo más difícil a juicio de Polaino.
El respeto a cada miembro. Asumiendo que no todos somos capaces de rozar la perfección en cualquier campo, hay que estimular el desarrollo personal de cada miembro de la familia en aquello que es bueno, facilitando su autonomía y responsabilidad particulares. Dentro de la aceptación del otro tal y como es, conviene siempre tener unos objetivos de mejora claros y concretos, realistas y por los que luchar.
Siguiendo con ahínco estos consejos, el doctor Aquilino Polaino asegura que “una familia que trata de seguir estos principios contribuye a mejorar la estima en sus hijos y la autoestima en ellos mismos”.
