…me encontraréis a bordo ligero de equipaje, casi desnudo, como los hijos de la mar

El pasado jueves llegaban a Oviedo Pepita y Ana. Las encontré en la estación de autobuses para llevarlas a Villaviciosa, al hotel que serviría para recibir a un pequeño grupo de amig@s de Mayormente. Llegaban desde Galicia y Cataluña y eran a la vez dos amigas y dos símbolos de algo Grande que se mostraría en toda su plenitud el viernes 19. Ese día llegaron de Andalucía Gloria y Luisa, de Levante vino Martín, de Navarra llegó Rafael, de Euskadi José Miguel y Lourdes, de Galicia Tete, Toto y Antonio, de Cantabria mi hermano David y Mila, de Asturias acudimos Amparo, Marilina y yo. El sábado se incorporaba Agustín.

Llegábamos ligeros de equipaje para tener todo el espacio disponible para la amistad y desnudos de nicks para mostrar a flor de piel lo mejor de nosotros mismos. Veníamos de muy diferentes lugares y de muy distintas experiencias vitales. Y en la cena de bienvenida se inició una competición en la que todos resultamos ganadores: cada uno recibió el cariño, la atención y las ganas de agradar de los otros 16.

La dueña del hotel se llama Suny y quedó tan ”contaminada” del ambiente que hasta se registrará en Mayormente para seguir en contacto con nosotros. Su hotel es una casona del siglo XVIII con un encanto especial: participaba de nuestros desayuno como una más del grupo.

El sábado por la mañana nos acercamos a un pueblo del viejo corazón minero de Asturias a visitar el museo de la minería que nos permitió recorrer el interior de una mina de carbón y desde allí volvimos para almorzar a la orilla del mar. Agustín entra en la sala como Xuan y allí no nos puede dar el obsequio que nos ofreció a los postres: desplegó su maravillosa voz de tenor y nos regaló unas preciosas canciones. El día era tan luminoso como la voz de nuestro Agustín.

Un autobús nos llevó por la noche a un lagar de sidra que estaba a 10 km del hotel en pleno campo. Queríamos evitar problemas etílicos con la policía y así pudimos disfrutar sin peligro de una típica espicha asturiana.

El domingo fue especialmente emocionante para Marilina y para mí. Se cumplían 44 años desde que nos casamos y la familia de Mayormente reunida en el desayuno nos felicitó y obsequió con tanto cariño que no olvidaremos este aniversario. A continuación Suny nos convocó en el Hall del hotel y, desde la escalera, dirigió el espontáneo coro cantando el ”…Adiós con el corazón…”

Las despedidas fueron rápidas para evitar que se desbordara la emoción pero aún quedaba algo para el recuerdo de José Miguel: Ana, Pepita, Marilina y yo acompañamos al bilbaíno y Lourdes a Gijón donde visitamos la Universidad Laboral donde había estudiado.

Escribo esta crónica para compartir con l@s amig@s que no pudieron acudir a esta cita la alegría que me produjo el encuentro y para agradecer a los que estuvieron su amistad y su presencia.

Comentarios

1 comentario

  1. fm_Vladymir..

    En primer lugar fecilitarles por lo bien que lo pasaron en esa ” kedada ” y los buenos ratos que tuvieron rodeados de los amigos de MM.
    Lástima habermelo perdido, pero en fin, será en otra ocasión
    Un abrazo a todos
    Vladymir

Deja un comentario