¿Sin planes para el verano? ¿Harto de los típicos viajes organizados? ¡Vete de campamento!
Aunque parezca una broma, los campamentos ya no son sólo cosa de niños. Es una buena noticia porque: ¿quién no tiene recuerdos inolvidables de su infancia que desearía revivir? La creatividad, los juegos colectivos, disfrutar de la naturaleza y de las actividades al aire libre está al alcance de todo el que quiera sentirse de nuevo como un chaval o volver a practicar algunas actividades que, además de divertidas, pueden resultar enormemente beneficiosas para la salud.
Los campamentos, con su particular dinámica, refuerzan el sentimiento de pertenencia a un grupo, mejoran la autoestima, promueven valores como la generosidad o el compañerismo. Se trata de cuestiones que, sin duda, a los más pequeños de la casa les resultan casi imprescindibles para su educación y desarrollo personal. Pero también son importantes para los mayores que, en ocasiones, se enfrentan a situaciones como la soledad. Un campamento puede ser una opción perfecta para deshacerse de manías, hacer amigos nuevos, desihibirse, perder la vergüenza e intercambiar experiencias.
Como es lógico, en este tipo de campamentos no se plantean las mismas actividades que en los infantiles; es necesario reducir la intensidad y adaptarlas a la forma física de los participantes. Excursiones ligeras, actividades en la naturaleza, juegos de pistas, dinámicas de grupo y manualidades son algunas de ellas. La creatividad es uno de los puntos fuertes, permitiendo que los mayores practiquen desde el arte del collage, hasta macramé o ganchillo, pasando por cestería o alfarería.
Algunos lugares están, además, adaptados para discapacitados y sólo es necesario formar un grupo mínimo para disfrutar tanto del entorno, como de las actividades y los servicios. Una opción interesante para compartir con amigos.
Para los más atrevidos, también hay campamentos específicos para aprender idiomas. Algunos de ellos consiguen hacer una inmersión del participante en un entorno de habla nativa, obteniendo efectos muy rápidos, sin perder la parte positiva de los campamentos tradicionales.
