A pesar de haber en España 1,1 millones de familias con tres o más hijos, sólo la mitad tiene el título oficial por falta de beneficios. Algunas instituciones se empiezan a poner las pilas.
El número total de títulos oficiales de Familias Numerosas en España apenas supera los 402.000, a pesar de que, según datos del Instituto Nacional de Estadística, en base al censo del año 2004, existen más de un millón. El principal motivo por el que las familias renuncian a solicitar este documento es que lo consideran poco ventajoso.
En beneficio de las familias y, en consecuencia, para incentivar la natalidad, algunas Comunidades Autónomas empiezan a tomar medidas de ayuda para sus habitantes. Desde hace ya un tiempo, Castilla y León viene actuando en este sentido y con el fin de evitar el fenómeno de la despoblación, que afecta especialmente a esta región.
Recientemente, la Consejería de Educación castellano-leonesa ha publicado una orden por la que se regula el servicio de comedor en los centros docentes de educación Infantil y Primaria públicos. Según esta nueva normativa, se amplían los beneficios a las familias numerosas a partir del curso que viene; el comedor escolar será gratuito para aquellas parejas con cinco o más hijos o con cuatro siempre y cuando tres sean de parto o adopción múltiple, independientemente de la renta familiar. Asimismo, a las familias con tres o cuatro hijos se les aplicará de forma inmediata un descuento del 50%. Se prevé que más de 66.000 familias se beneficien de esta nueva medida.
En cuanto a las ventajas fiscales, las familias valencianas y gallegas son las que salen mejor paradas, así se desprende de Organización de Consumidores y Usuarios (OCU). Cuando un valenciano tiene o adopta un niño, puede deducirse 225 euros en función de sus ingresos, y si es múltiple, otros 210 euros más. Si el pequeño tiene una discapacidad del 65% o más, la ayuda fiscal es aún mayor.
En general, las ayudas por hijo han subido un porcentaje minúsculo y pesar de los pequeños movimientos que se hacen desde algunas instituciones, no dejan de ser simbólicas e insuficientes para muchos hogares.
