Los dependientes valencianos van a tener que ‘aumentar el copago’ de los servicios que reciben, al entrar ya en vigor (desde el pasado 30 de octubre) la norma, que se adapta a la aprobada por el Gobierno central y deroga la de la Generalitat de 2007.
Hasta ahora, en el momento de establecer la cuantía que debía pagar el usuario de los servicios a la dependencia (centros de día y de noche, el servicio de ayuda a domicilio, la teleasistencia, etc.) se tenía en cuenta su renta (normalmente pensiones). Con la modificación de la legislación, ahora para calcular el porcentaje a pagar por el dependiente se tendrá en cuenta todos los ingresos y bienes que posea, salvo la vivienda habitual, es decir, que se tendrán en cuenta los rendimientos del capital mobiliario e inmobiliario, los rendimientos de las actividades económicas, las ganancias o pérdidas patrimoniales y el patrimonio personal.
Esta medida afectará a los 43.800 dependientes que gozan de ayudas de la Generalitat valenciana a partir del 1 de enero de 2013. A partir de esa fecha pagarán los servicios todos los dependientes que tengan una renta superior al Iprem (Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples)532,13 euros al mes (los que tengan ingresos por debajo de este indicador estarán exentos), pudiendo incluso tener que asumir hasta el 90% del coste del servicio. Así, los que perciban unos ingresos de entre 532 euros y 798 la aportación será del 50% del coste del servicioy, por encima de esa cantidad, los usuarios abonarán hasta el 90 por ciento.
Además, la Generalitat endurece las condiciones necesarias para percibir la prestación de para cuidados en el entorno familiar de personas dependientes, ya que la Conselleria de Bienestar Social es eliminar este tipo de subvención y derivar a estos dependientes a centros asistenciales.
Uno de los cambios más grandes se va a producir en el servicio de teleasistencia, que en la actualidad casi ningún dependiente paga (apenas un millar de los 22.000 que cuentan con esta atención) y que con la nueva norma los usuarios que tengan ingresos superiores al Iprem e inferiores al 1,5 de este indicador, tendrán que pagar el 50 % del servicio. Si superan el 1,5 del Iprem, es decir, los 798,78 euros mensuales, tendrán que abonar el 90 % del servicio. También, con la nueva normativa. Además, los cuidadores no profesionales, en su mayoría los familiares directos de los dependientes, tendrán que pagarse la Seguridad Social íntegramente.
