Los SMS también están en crisis

El teléfono móvil se ha convertido, sin ningún tipo de duda, en uno de los instrumentos que más ha transformado nuestras vidas en los últimos años. Para el usuario senior no ha supuesto un cambio traumático, pues casi todos estamos habituados a llamar a nuestros conocidos, a estar perpetuamente disponibles ante una urgencia o incluso a mandar mensajes de texto para comunicarnos de forma rápida y efectiva con los demás; y cada vez son más las nuevas tecnologías creadas específicamente para el público mayor. Como muestra de la implantación que la telefonía ha tenido en la sociedad del siglo XXI, el número de mensajes telefónicos breves (sms) que se envían en estas fechas ha crecido exponencialmente en los últimos años, siendo casi imposible no recibir alguno que nos felicite de forma más o menos original la entrada de un nuevo año. Prácticamente en todos los hogares, al tomar las uvas que indican el cambio de fecha, suena el teléfono recibiendo una llamada o mensaje de algún ser querido que quiere ser el primero en poder compartir su alegría con nosotros.

Pero, como es lógico, ese servicio tiene un coste y un gran número de usuarios busca otras tecnologías igualmente efectivas, pero a un coste mucho menor, o incluso gratis. Y en estos últimos años han florecido las maneras de comunicarse gratis o por poco dinero. Dependiendo del medio de comunicación que prefiramos emplear nos encontramos con todo un abanico de posibilidades donde elegir. Si optamos por el ordenador, la herramienta más extendida es la webcam, que además nos permite visualizar la reacción de nuestro interlocutor ante nuestras palabras. Basta con tener una conexión a internet para poder comunicarnos de manera inmediata y sin sobresaltos. Igualmente, está muy extendida la aplicación Skype, muy similar a una teleconferencia instantánea. En cambio, si lo que nos va es el teléfono, existen otros medios de mensajería instantánea o llamada vía satélite que empiezan a tener una gran implantación, como son las aplicaciones para teléfonos inteligentes “What’s App” o “Viber”, que nos permiten hablar gratis con cualquier persona del mundo.

En cualquier caso, estas nuevas herramientas han hecho que muchas personas no paguen por comunicarse, como se demuestra en el descenso de un 10% el número de mensajes de texto enviados en España desde el año 2008 al año 2010. ¿Será a causa de la generalización de estas aplicaciones gratuitas, o tal vez por la crisis?

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