Según los últimos datos del Servicio Público de Empleo, el pasado mes de agosto el número de personas en paro, mayores de 45 años, ha descendido casi un 5% con respecto al mismo periodo del año anterior.
Las empresas se han dado cuenta del valor y la experiencia de los senior, y atrás han quedado aquellas épocas de crisis en las que las prejubilaciones y los ERE fueron las principales herramientas para ajustar plantillas que terminaron fracasando en su mayoría.
El colectivo de los mayores de 45 años es, por lo general, una garantía de calidad, trabajo bien hecho, formación adecuada y resultados óptimos. Además. Aportan a las compañías motivación y compromiso, algo que no es normal que ofrezcan los más jóvenes que buscan ir cambiando de un sitio a otro para progresar.
Por otra parte, las empresas que introducen en sus plantillas a mayores de 45 años, saben que su curva de aprendizaje es muy rápida, puesto que suelen proceder de otras empresas donde ya han sido formados, además sus redes de contactos son muy valoradas y sus sueldos, (aunque esta no sea una buena noticia, sí que es un plus a la hora de contratarles) han bajado entre un 25 y un 40%, con lo cual no se les puede pedir más.
No podemos quejarnos, al menos parece que las empresas han cambiado su mentalidad y empiezan a apostar por la experiencia como un valor seguro.
