Las leyes en el mundo: breviario para viajar sin riesgos

Algunas normas peculiares pueden ponernos en un brete en el extranjero si no las conocemos antes. Cuando viajamos a países que no conocemos salimos también de terreno conocido en el aspecto legal. Así, leyes y normas que nos parecen inverosímiles rigen en determinados lugares del mundo y conviene ser prudente para no llevarse sorpresas desagradables.

A veces son solo rémoras de tiempos pasados, que si bien nunca han sido revocadas ya no se aplican. Esto ocurre especialmente allí donde rigen leyes consuetudinarias como las del mundo anglosajón, que dan pie a anacronismos divertidos o jurisprudencias singulares como los de esos estados americanos en los que uno no puede prestar el aspirador al vecino o está prohibido besar a las mujeres si se lleva bigote.

Sin embargo, también se da el caso de leyes que no solo están plenamente vigentes, sino que se aplican sin vacilar seamos o no extranjeros, pues como es algo de uso común en todo el planeta, su desconocimiento no exime de su cumplimiento. Por eso, ante cualquier duda, es preferible ser cauteloso y tratar de averiguar las consecuencias de nuestros actos antes de que sea demasiado tarde.

Aunque resulte imposible hacer una relación completa, hemos seleccionado algunas que resultan llamativas tanto por sernos chocantes como por no resultar del todo inverosímil que nos veamos en esas. Y que, de cualquier manera, sirven para ilustrar este llamado a la precaución:

  • Singapur es conocida por su rigurosidad a la hora de mantener sus calles limpias. Para conservar un aspecto impoluto no tiene reparos en imponer multas muy severas a quienes tiren papeles o colillas al suelo. Y, de hecho, para evitar tentaciones, incluso prohíbe mascar chicle por la calle. Pero atención, porque en la vecina Tailandia, arrojar basura fuera de papeleras y contenedores hace que demos con nuestros huesos en la cárcel.
  • Beberse un trago cuando se está de vacaciones no siempre es la mejor idea. En algunos países, principalmente islámicos, está terminantemente prohibido. Cierto que los hay bastante tolerantes en este aspecto y, especialmente cuando se trata del consumo de los foráneos. Pero en otros, como Arabia Saudí, las penas si nos cogen infraganti son severas y un pasaporte extranjero no nos las ahorrará. También están los países en los que el peligro viene de conducir ebrio. Si esa conducta implica consecuencias en casi todas partes, en algunos está fuertemente penada incluso si no se causa ningún perjuicio a terceros.
  • Existen países que pese a asociarse a un cierto rasgo cultural en realidad no lo están tan abiertamente. Así, el consumo de marihuana en Jamaica puede llevarnos al calabozo. O por más que la imagen de Suiza esté asociada a la higiene y el orden, mejor saber que en domingo, día de descanso, está prohibido lavar el coche, poner la lavadora, pasar el aspirador o cualquier conducta que pueda perturbar el descanso.
  • La regulación de conductas sexuales es uno de los apartados que da pie a mayor número de restricciones insólitas. En la mayoría de casos, por su misma naturaleza, es complicado que nos afecten. Y, además, son tan disparatadas que parecen sacadas de un chiste. Pero cuidado, hay siete países en los que la homosexualidad puede acarrear la pena de muerte y muchos otros en los que conlleva pena de prisión.
  • Los usos indumentarios varían según la cultura… y también la legislación. En países con una historia tan convulsa y rica en conflictos civiles como Uganda no ha de parecer tan insólito que vestir ropa de camuflaje o semejanza militar no esté permitido y podamos acabar detenidos por ello.

En cualquier caso, recuerde que si contrata un seguro de viaje, muchos de ellos incluyen una cobertura de representación legal en caso de que suceda algo imprevisto. Aunque, la verdad, con un poco de sentido común, es raro que algo de todo esto nos acontezca.

Foto: Google Imágenes

 

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