Uniformes, libros, material escolar, mochilas, zapatos… Los niños españoles vuelven al cole y necesitan estar equipados. Sin embargo, este año la cosa se ha puesto un poco más complicada para los padres; la crisis arrecia y,aunque todos los niños quieren tener el último grito en mochilas de Bob esponja y en estuches de Dora Exploradora, hay que recortar de donde sea.
Incluso haciendo grandes esfuerzos, es difícil bajar de los 720 euros por niño que este año está constándole la vuelta al cole a las familias españolas. El gasto disminuye, aparentemente, para quienes asisten a escuelas donde no llevan uniforme, reduciéndose el gasto en unos 120 euros por niño. Un dinero que, sin duda, se terminarán gastando de un modo u otro en ropa “de calle” a lo largo del curso.
Hay que echarle imaginación al asunto, ya que ahorrar es posible. Una de las mejores opciones es enseñar a los hijos y nietos a no encapricharse con cosas superfluas, ciñéndonos de este modo a la compra de cosas realmente necesarias y útiles. La OCU también nos ofrece algunos trucos para conseguir que la vuelta al cole sea lo menos dolorosa posible para nuestros bolsillos. Elegir prendas de calidad al menor precio, aunque para ello tengamos que hacer pequeños “estudios de mercado”, merece la pena. Conseguir libros de segunda mano u optar a las subvenciones que ofrece el Estado para conseguirlos, también son buenas opciones, aunque difíciles de conseguir. En cuanto a las mochilas, la OCU nos recomienda no fijarnos tanto en la estética, como en la calidad; un mal producto puede dañar la espalda de nuestros hijos y nietos.
Y es que la vuelta al cole no sólo afecta económicamente a las familias, también supone un cambio psicológico para todo el hogar que, acostumbrado a una rutina, tiene que cambiar sus esquemas diarios para adaptarse a nuevos horarios y hábitos. Por su parte, los chicos se enfrentan a dolores de espalda a causa del peso -según los especialistas, las mochilas nunca debería superar el 15% del peso del niño-, a problemas visuales o afecciones como los tan temidos piojos, muy propios de esta época del año. Para evitar problemas en los pies, la mejor opción es apostar por un buen calzado, por lo que, en este caso concreto, es mejor no dejarse llevar por los chollos.
Una vez más, gracias a la ayuda de los abuelos –que apoyan tanto económicamente, como psicológica y físicamente a los padres- la vuelta al cole puede hacerse menos dura. Y es que muchos de nuestros mayores serán los encargados de recoger a los pequeños de la casa y ayudarles a acostumbrarse a sus nuevas rutinas, convirtiéndose en un apoyo inestimable para las familias.
