La Federación de Usuarios-Consumidores Independientes (FUCI) denuncia que en un 34% de los anuncios televisivos es prácticamente imposible leer la letra pequeña. FUCI llega a esta conclusión, una violación de los derechos de los consumidores, tras la elaboración del informe La letra pequeña en la publicidad televisiva, en el que se han analizado un centenar de anuncios emitidos durante el pasado mes de marzo en las distintas cadenas con el objetivo de comprobar la velocidad, cantidad, tamaño y concisión de la información que aparece en ellos.
Es en esta letra pequeña en la que se explican las condiciones de contratación y compra de un producto o servicio, y la que suele traer verdaderos quebraderos de cabeza al consumidor cuando tenemos algún problema con su funcionamiento y cumplimiento. En esta ocasión, no sólo se ha valorado que el tamaño de tan importante información resulte ajustado, aunque legible, para una comprensión clara, la gran velocidad a la que se emite durante el anuncio publicitario, convierte en una hazaña entender esas líneas. Si bien no se ha encontrado casi ningún caso que vulnere la Ley General de Publicidad y muchos de los mensajes son concisos y claros, no resulta así su presentación.
Entre las principales recomendaciones de las asociaciones de consumidores a los ciudadanos para hacer valer sus derechos como tales, se encuentra la importancia de acceder y atender a la letra pequeña de cualquier contrato comercial o compra, más aún en casos de ofertas en las que las condiciones de garantía pueden variar. Según este estudio, los anuncios de telefonía e Internet son los que más información de este tipo llevan (35,9%), seguidos de entidades financieras (31,2%) y créditos rápidos y reunificación de deudas (23,3%).
Es en esta letra pequeña en la que se explican las condiciones de contratación y compra de un producto o servicio, y la que suele traer verdaderos quebraderos de cabeza al consumidor cuando tenemos algún problema con su funcionamiento y cumplimiento. En esta ocasión, no sólo se ha valorado que el tamaño de tan importante información resulte ajustado, aunque legible, para una comprensión clara, la gran velocidad a la que se emite durante el anuncio publicitario, convierte en una hazaña entender esas líneas. Si bien no se ha encontrado casi ningún caso que vulnere la Ley General de Publicidad y muchos de los mensajes son concisos y claros, no resulta así su presentación.
Entre las principales recomendaciones de las asociaciones de consumidores a los ciudadanos para hacer valer sus derechos como tales, se encuentra la importancia de acceder y atender a la letra pequeña de cualquier contrato comercial o compra, más aún en casos de ofertas en las que las condiciones de garantía pueden variar. Según este estudio, los anuncios de telefonía e Internet son los que más información de este tipo llevan (35,9%), seguidos de entidades financieras (31,2%) y créditos rápidos y reunificación de deudas (23,3%).
