La agridulce llegada del 2008

La tradicional cuesta de enero se complica en este nuevo año, ya que a la subida de los alimentos y productos básicos del hogar, así como el de los carburantes que ya veníamos sufriendo en los últimos meses del 2007, hay que sumarle las habituales subidas de la luz, el agua y los transportes que se suceden cada enero. Sin embargo, en esta ocasión las facturas nos van a asustar más de a lo que nos tenían acostumbrados.

El motivo principal de esta elevación de precios es el Índice de Precios al Consumo (IPC), base sobre la que se calculan el importe de los productos, y que al finalizar el año superó la peligrosa barrera del 4%. Y aunque llevan meses avisando de estas subidas, uno nunca se acostumbra y la economía doméstica se resiente más de lo que debiera.

La electricidad ha sufrido un incremento del 3,3%; el gas natural, de hasta un 4,93%; y la bombona de butano, desde que sonase la última campanada de pasado año, nos cuesta un 5, 2% más. La factura del agua se eleva de manera desigual por comunidades autónomas, aunque de media, ninguna bajará del 4%.

Quien hoy haya tenido que comprar el abono transportes habrá notado las subidas de hasta más de un euro que se han fijado para este 2008. Si optas por moverte en taxi por la ciudad te puede costar hasta un 15% más que hace tan solo unos días.

En cuanto a la alimentación, continúan su impresionante escalada. La carne ya es un 10% más cara, debido principalmente al encarecimiento de los costes de producción; al 15% que subió el precio de los carburantes hay que sumarle otro 4% como mínimo, que se prevé para las próximas semanas. Y el café, el tabaco, la leche, el pan,…

Y si, además, estás pagando una hipoteca, prepárate a pagar hasta 70 u 80 euros más e partir de este enero.

Agudicemos el ingenio, tomémoslo con humor y procuremos que estas subidas no amarguen el comienzo de 2008.

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