La semana pasada destacábamos la proliferación de programas dirigidos a apoyar a todos los abuelos que deben hacerse cargo de sus nietos debido a la dificultad de sus padres de conciliar la vida familiar con la profesional. Pues bien, aunque estas iniciativas nacen como algo necesario e inevitable, la causa de esta situación –los horarios laborales de los padres- es la que debería analizarse y modificarse con eficacia.
En este sentido, la Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles –entidad encargada de procurar adecuar los horarios laborales de los trabajadores- y la oficina del Defensor del Menor de Madrid han presentado una serie de medidas claves para mejorar la conciliación de la vida familiar y la profesional y evitar, de esta forma, el abandono de los niños en el hogar.
La situación actual es, según afirmó el defensor del menor en la Comunidad de Madrid, Arturo Canalda, ”de abuelos sobrecargados, actividades extraescolares excesivas y padres poco implicados en la educación de sus hijos. Ésta se deja en manos de los profesores, la televisión e Internet; en los dos últimos casos, casi siempre sin un adulto cerca que module los mensajes que recibe el niño. Hay que buscar soluciones”.
Y estas soluciones propuestas pasan por aumentar el número de ayudas a las familias por parte de la Administración, el desarrollo de escuelas con horarios accesibles para los padres, asegurar la presencia en el hogar de uno de los padres en los tiempos no cubiertos por el horario escolar o que se flexibilicen las jornadas laborales en función del sector y las necesidades de cada trabajador.
