Fútbol y tecnología

Alemania-Inglaterra: un gol fantasma de los británicos hubiera supuesto el empate del partido si estuviera permitido que los árbitros, ante la duda, hicieran uso de las nuevas tecnologías para realizar su trabajo. La cosa resulta todavía más irónica si, además, tenemos en cuenta que los jueces pueden ver durante el juego todas las repeticiones en las pantallas gigantes de los estadios, pero no basarse en ellas ni cambiar, por haberlas visto, sus decisiones arbitrales.
Unas horas más tarde se jugaba el Argentina-México, otro partido polémico, donde un gol en fuera de juego abría el marcador y también el debate sobre la aplicación de las nuevas tecnologías en el arbitraje.

Después de los mencionados resultados mundialistas prácticamente todos los diarios han publicado artículos sobre si debería o no usarse la técnica en este deporte, en los que se recogen todo tipo de opiniones de especialistas y miembros de la farándula deportiva. Una de las más sonadas está siendo la del tenista Roger Federer, quien se muestra totalmente a favor del uso de este tipo de medios para que los partidos sean más justos. Y es que, aunque el fútbol no los use todavía, otros deportes, como el tenis, llevan años utilizándolos para determinar la exactitud de las decisiones de los jueces. El “ojo de halcón” u “ojo de águila” es un sistema informático -basado en cálculos de triangulación realizados mediante imágenes proporcionadas por cámaras de vídeo de alta velocidad- que, además de en tenis, se usa en otros deportes como el criquet, para seguir la trayectoria de la bola y que no quede ninguna duda sobre si esta ha botado dentro o fuera del campo.

El sistema comenzó a usarse después de una situación parecida a la que se está viviendo estos días en el mundial; tras la polémica derrota de Serena Williams en cuartos de final del Abierto de los Estados Unidos de 2004, donde muchas bolas decisivas fueron protestadas por la tenista y con mucha razón, como más tarde confirmaron las repeticiones televisivas. Este fue el detonante para que en otoño de 2005 el Hawk-Eye fuera probado por la Federación Internacional de Tenis.

Por otro lado, en otros deportes -baloncesto, hockey, béisbol, rugby, F1 o fútbol americano- también se han abierto camino las nuevas tecnologías aplicadas al arbitraje, consiguiendo que los juegos y carreras sean más justas, pero quizá, también, menos humanas. Este es el principal argumento de los que, como la FIFA, prefieren que se siga conservando el error humano como parte de un juego que, al fin y al cabo, también lo es.

Comentarios

Deja un comentario