Fotos, a la antigua usanza

De poco sirven las cámaras digitales de última generación cuando queremos capturar una imagen para el recuerdo pero la situación no ofrece toda la seguridad para mantener a salvo nuestra “preciada posesión” de cualquier daño. Es en esos momentos cuando lo “practico” gana a lo “sofisticado” y prueba de ello son las cámaras desechables. En ellas una simple carcasa de plástico y cartón sirve de sostén a una lente sin zoom, sin autodisparador ni indicador de apertura del diafragma. Tampoco se puede regular la cantidad de luz que entra por el objetivo ni el tiempo de exposición. Incluso las que ofrecen ‘flash’ vienen con las pilas ya instaladas. El carrete es a la vieja usanza, se pasa de forma manual y al extraerlo para revelarlo la cámara queda inservible para un nuevo uso. Sin embargo, ésta “simplicidad” que desde luego no permite tomar fotos de calidad profesional, sí ha demostrado una calidad más que suficiente y unos resultados dignos, especialmente si nos encontramos eventos en los que la cámara puede sufrir daños: En una cena de amigos o en ese día en el que el agua (de piscina, mar, lago o incluso fuente) va a ser el protagonista, las cámaras de usar y tirar demuestran una dureza y resistencia envidiables.

La revista CONSUMER EROSKI ha analizado en el laboratorio diferentes tipos y marcas de cámaras de un solo uso. En concreto se han analizado siete cámaras fotográficas desechables, cinco convencionales con flash y dos sumergibles sin flash, que cuestan desde los 5,50 euros de Agfa Lebox y Starblitz, hasta los 12,75 euros de Fujifilm Fujicolor Quicksnap Marine (sumergible). En rigor, Agfa no es de usar y tirar porque puede ser reutilizada con un nuevo carrete. La mejor relación calidad-precio es Fujifilm Fujicolor Quicksnap Jeans; de las de mejor calidad fotográfica (4 puntos de 5) y entre las más baratas. Si el usuario busca una cámara sumergible, la mejor opción es Kodak Ultra Sport, también con una buena calidad y mucho más barata que la otra sumergible.

En éste mismo estudio de CONSUMER EROSKI se probó la resistencia de las cámaras dejándolas caer seis veces desde una altura de un metro sobre una superficie de hormigón. Todas resisten el impacto y siguen funcionando, pero la sumergible Fujifilm deja de serlo porque pierde su estanqueidad. Kodak Ultra Compact, Atomic, Agfa, Fujifilm y Starblitz sufrieron leves fisuras en el cartón, que no afectan a su funcionando. La mejor fue la sumergible de Kodak, que anuncia ser resistente a golpes, y que apenas demostró daños tras las caídas. También se comprobó que las cámaras sumergibles sólo cumple su función cerca de la superficie (no están indicadas para buceo a gran profundidad), pero las dos fueron sumergidas en agua durante tres días y demostraron que cumplían adecuadamente con su cometido.

El análisis que ha llevado a cabo CONSUMER EROSKI de éstas cámaras recoge muchos otros parámetros, entre ellos la calidad real de estas cámaras. Para ello, se fotografiaron con cada una de ellas diferentes escenas con distintas condiciones ambientales y un experto en fotografía comparó las imágenes tomadas por las cámaras desechables entre ellas, y éstas a su vez con una muestra patrón tomada con una cámara convencional. Las fotos de mejor calidad son las de la cámara Kodak Ultra Compact (5 puntos de 5), que obtiene la máxima puntuación en prácticamente todos los elementos valorados, salvo en las aberraciones (se queda en 3 puntos) y en paralaje, potencia del flash, obturación y manejabilidad (en todos ellos, 4 puntos). Lo único en su contra es que una vez activado el flash no puede desconectarse.

Las peores fotos se obtuvieron con Atomic Flash, Agfa Lebox y Starblitz, con 3 puntos de 5. En todas las cámaras de Atomic que se utilizaron para este análisis el cartón que las recubre terminó por despegarse, por lo que suspendió en acabado. Starblitz fue la mejor en estanqueidad a la luz, pero no superó el examen de obturación. Agfa fue la mejor en aberraciones, grano, estanqueidad, manejabilidad, acabado y aspecto estético, pero suspendió en reproducción del color. La estética de este equipo, muy conseguida, remite a una cámara compacta e incluso puede funcionar como tal, porque se le puede cambiar el carrete. Las dos cámaras de Fujifilm y Kodak sumergible obtuvieron una valoración intermedia (4 puntos de 5).

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