Un año más, desde mayormente queremos dar la enhorabuena a los abuelos por la labor tan valiosa que día a día regalan a sus familias.
Aunque, sin duda, los abuelos son los primeros con quienes se debe celebrar por todo lo alto el día de la madre y el día del padre; bien merecen tener su propia festividad que, en nuestro calendario, se materializa el 26 de julio.
El día de San Joaquín y Santa Ana -los abuelos de Jesús- es una cita ineludible para agradecer a los mayores de la casa la extraordinaria dedicación y entrega que supone su papel dentro de la familia. Con ellos se inició todo y son ellos quienes, en estos momentos tan críticos, están dando el “do de pecho” para mantener sus hogares -no sólo económicamente, que en algunos casos, también- sino sobre el baluarte de los valores que de verdad importan.
Son ejemplo de constancia, de trabajo bien hecho, de entrega incondicional, de alegría, de saber hacer… y su sabiduría –adquirida a través de los años, gracias a sus propias vivencias- supone una guía para toda la familia, más aún cuando éstas se enfrentan a problemas tan graves como el desgaste psicológico por no encontrar trabajo o la compleja labor de sus hijos para compaginar la vida laboral, con la familiar.
Cuentacuentos, costureras, cocineros, maestros o gimnastas; los abuelos son los seres más versátiles que hay sobre la faz de la tierra. No hay día que no podamos aprender algo de ellos.
Desde aquí, además de enviar nuestra más sincera enhorabuena a todos los abuelos mayornautas, aprovechamos para recordar que, desde hace seis años, la Asociación Mensajeros de la Paz viene celebrando esta fiesta por todo lo alto. Este año se centralizará en Palencia: no dejes de consultar el programa de actividades, que tendrá como centro la celebración de una Misa presidida por el Cardenal Carlos Amigo.
