Un estudio reciente, publicado por Fundación La Caixa, ha revelado que la situación de las familias españolas durante la crisis está siendo más grave de lo que aparentemente parece. Las cifras lo dejan claro, cada vez hay más casos de pobreza severa y uno de cada cinco hogares españoles subsisten con todos sus miembros desempleados, gracias a la presencia de un jubilado que sustenta a toda la familia con su pensión. Se han triplicado los hogares que se encuentran en esta tesitura y, como es lógico, ante la situación de necesidad, las familias se ven obligadas a hacer juegos malabares para llevar a fin de mes, poniendo en práctica diversas estrategias de ahorro.
Otra investigación -esta vez realizada por LIDL, en colaboración con la Federación Española de Familias Numerosas (FEFN)- nos arroja importantes datos al respecto. Parece que las marcas blancas han irrumpido con fuerza en los hogares españoles y cada vez son más las familias españolas que están cambiando por completo sus hábitos de consumo para adaptarse a la situación económica que atraviesan.
Sin embargo, existen algunos productos en los que las familias quieren ahorrar, pero sin tener por ello que renunciar a la calidad. El de los pañales es un caso paradigmático y, teniendo en cuenta el auge del consumo de marcas blancas, también de este producto en concreto, cabe pensar quecada vez es más fácil encontrar en el mercado productos ‘más económicos’ que ofrecen una calidad igual e incluso superior.
Superar la crisis está siendo un enorme reto para las familias que, sobrepasadas, además de ajustar al máximo el presupuesto, se están viendo obligadas a apoyarse en los mayores. La solidaridad intergeneracional está salvando a muchas familias cuyos miembros jóvenes están en situación de desempleo. En este sentido, Mari Luz Cid Ruiz, adjunta a la Secretaría General del Imserso, ha afirmado que “escuchar a nuestros mayores” es una de las claves para conseguir que los jóvenes salgan airosos de la crisis.
