Hoy, en el pleno del Parlamento Europeo, se ha iniciado una campaña para promover y garantizar el derecho de los niños a tener una familia. Para ello, se abordará profunda y seriamente el tema de los abandonos y de la situación de los pequeños en los centros de acogida, donde se pretende que pasen el mínimo tiempo posible. Se ha hablado también sobre la importancia de la lucha contra la trata de menores, instando tanto a los países miembros de la Unión Europea, como a nivel internacional, que se comprometan en el esfuerzo para evitar estas terribles prácticas.
La salvaguarda del derecho de los niños a una vida familiar ha sido uno de los puntos que más se han enfatizado en el acuerdo firmado ayer en Estrasburgo; evitándoles, en la medida de lo posible, las estancias largas en centros de acogida y orfanatos. Del mismo modo, se han propuesto soluciones contra la trata de niños con fines de adopción. En este sentido, se ha hablado de la necesidad de un control pormenorizado de la documentación necesaria para llevar a cabo el procedimiento de forma legal. De vital importancia es establecer un sistema “fiable” para el registro de nacimientos y elaborar protocolos legales para conseguir una sencilla cooperación entre los países implicados en el proceso.
La Eurocámara ha establecido que debería darse prioridad a la adopción dentro del propio país del menor; analizando todas las opciones posibles antes de llevarle lejos de su lugar de nacimiento, o bien de internarle temporalmente en una institución personalizada. Por ello, se ha pedido a los Estados miembros que se conciencien de las consecuencias “psicológicas, emocionales, físicas, sociales y educativas” que tiene alejar a un niño de su hogar y, en este sentido, se ha pedido que se incrementen las medidas de apoyo e información, tanto para los padres adoptivos como para los niños.
Esta noticia es especialmente importante en nuestro país, según las cifras somo los segundos del mundo que más niños adoptan a nivel internacional, después de EEUU. Adoptar un niño español es un proceso que puede durar hasta diez años, mientras que al hacerlo fuera se agilizan enormemente los trámites; por eso esta última suele ser la fórmula más demandada.
En cuanto a las adopciones senior, no se ha dado a conocer ninguna noticia nueva y las cosas siguen tal y como estaban: aunque en la mayoría de los países no existe una edad máxima determinada para llevar a cabo una adopción, a partir de los sesenta años se considera que ésta puede ser desventajosa para el menor (por el salto generacional y por la esperanza de vida del adoptante, principalmente), por lo que muchos procesos son desestimados por el juez.
