En el calor del hogar

El inicio de este otoño está siendo por el momento suave y soleado, pero irremediablemente el invierno se aproxima y conviene comenzar a preparar las casas para tenerlas calentitas…


 


Por lo general en nuestras casas nos podemos encontrar uno de estos cuatro tipos de sistemas:


 


De caldera con radiadores de agua. Pueden ser individuales o colectivas. Las calderas colectivas todavía tienen mucho que decir, ya que tienen mayor rendimiento y, por tanto, menor consumo tomando como referencia el mismo nivel de calefacción que los sistemas individuales. Además, en la actualidad se pueden instalar sistemas que permiten la medición y la regulación de las viviendas que se nutren de la caldera colectiva, de tal forma que el usuario puede elegir su temperatura de climatización.


 


De caldera con suelo radiante. En lugar de radiadores la instalación consiste en una serie de tubos colocados en el suelo de la vivienda (bajo las losetas, tarima, etc.). A favor de este sistema tenemos el ahorro que permite, ya que basta con calentar el agua a 40º. Por contrapartida, tarda mucho tiempo en calentar la casa a la temperatura deseada.


 


La caldera puede funcionar con diferentes combustibles: gasóleo C, gas propano o gas natural. El gas propano proporciona mayor potencia calorífica que el natural, sin embargo cuenta con unas normas de instalación y mantenimiento más exigentes, mientras que la instalación de un sistema de gasóleo C  no requiere tantas especificaciones y, como el propano, no exige formar parte de una red de instalación ni canalización.


 


Calefacción eléctrica por acumulación Consiste en el calentamiento de material resistente al fuego mediante resistencias eléctricas. Una vez calientes el calor se almacena en el interior de unos acumuladores y es liberado cuando se necesita. Los acumuladores, por lo general, se cargan durante la noche, cuando la energía eléctrica es más barata, y descarga el calor durante las horas de más uso de la calefacción, es decir, durante el día. Es un sistema que apenas necesita mantenimiento, pero sin embargo da un bajo rendimiento energético y además obliga a planificar con antelación el uso del acumulador si no queremos que se nos dispare la factura de la luz.


 


Calefacción eléctrica por sistemas directos. Son los conocidos radiadores y convectores.


 


A la hora de escoger entre los diferentes sistemas de calefacción deberemos tener en cuanta distintas variables como la ubicación de la vivienda, la accesibilidad de los distintos combustibles o el del tipo de construcción y su grado de aislamiento térmico.

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