Datos recientes indican que el volumen de usuarios de servicios asistenciales a domicilio superó el millón en 2010, sin embargo el cuidado de los dependientes en su hogar por parte de sus familiares sigue siendo la fórmula más habitual, a pesar de que la Ley de la Dependencia contempla esto como una forma excepcional, dando, sobre el papel, prioridad a la prestación de servicios dentro y fuera del hogar.
Según datos publicados en un manual sobre el manejo de la demencia publicado por la Sociedad Española de Medicina Geriátrica (SEMEG), más del 75 por ciento de las personas que se dedican a cuidar a personas mayores de 65 años que padecen demencia desarrolla algún tipo de problema psicológico que conlleva insomnio, ansiedad o insatisfacción. Estos cuidadores sacrifican su vida profesional y personal por atender a su familiar dependiente, lo que hace que no sea infrecuente que desarrollen problemas psicológicos realmente graves como depresiones severas. Ante esta situación, la SEMEG advierte de que los cuidadores necesitan ayuda, formación y apoyo psicológico para cumplir su tarea, y la atención familiar a estos enfermos es tan absorbente que puede llegar a distorsionar el papel social del cuidador.
De cualquier modo cada vez la preocupación por cuidar a los cuidadores va creciendo. Y una de las principales consecuencias de este interés son los cursos para formar a estos cuidadores llamados informales que suelen organizar ayuntamientos y ONG’s. Sirva de ejemplo el acuerdo que la Comunidad de Castilla-La Mancha acaba de firmar con el CERMI (Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad) para llevar a cabo un programa formativo dirigido a estos cuidadores, de carácter voluntario y gratuito y del que se beneficiarán más de 3.000 personas.
La iniciativa está dirigida a todos aquellos que reciben la prestación económica por cuidar a un familiar, a fin de ofrecerles de manera voluntaria la información, el asesoramiento y el apoyo necesario para que puedan desempeñar su labor de la mejor manera posible. Además, se intenta prevenir los efectos negativos y estresantes que se pueden producir por esta actividad.
Los talleres del CERMI se llevan a cabo especialmente en zonas rurales y en ellos se enseña entre otros contenidos, a conciliar los distintos aspectos que conlleva el cuidado de las personas dependientes, como una alimentación adecuada, aseo, cambios posturales y movilización de personas encamadas o estimulación cognitiva.
Por otro lado, la Consejería de Salud y Bienestar Social ha elaborado un Manual de Apoyo para Cuidadores No Profesionales que se entrega a cada uno de los participantes de los talleres, en el que se recogen de forma visual y accesible las diferentes estrategias de cuidados en las áreas que conlleva la atención de una persona dependiente en el domicilio.
También los expertos están investigando para identificar las mejores prácticas para el cuidado de personas con demencia. Es el caso del proyecto “Right Time Place Care”, una investigación financiada por la UniónEuropea y que desde 2010 y hasta 2013 ocho países europeos (Alemania, España, Francia, Reino Unido, Suecia, Finlandia, Estonia y Países Bajos) desarrollarán para tratar de identificar las mejores prácticas de cuidado para pacientes con demencia y sus cuidadores.
Y como una imagen vale más que mil palabras, los que quieran saber algo más de estos cuidadores pueden acudir al cine y ver el documental “Cuidadores”, de Oskar Tejedor, que se acaba de estrenar este viernes.
