De la mano de Jonas Jonasson, un periodista sueco que ha dejado su labor habitual para aventurarse en la redacción de novelas, la Editorial Salamandra ha publicado en España “El abuelo que saltó por la ventana y se largó”, un libro cuyo éxito ha sido tal que, desde que viera la luz por primera vez hace apenas dos años, ya ha sido traducido a doce idiomas.

La novela, que este año ha sido una de las más regaladas por “San Jordi”, cuenta una hilarante historia que consigue enganchar al lector desde su mismo comienzo. El enredo parte de la fiesta de cumpleaños de Allan Karlsson, un abuelo que está a punto de celebrar su centenario, cuando decide no acudir a sus festejos y huir de la residencia saltando a través de una ventana. La ironía y el absurdo continúan a lo largo de todo el relato, en el que se van sucediendo una concatenación de acontecimientos tan hilarantes como imposibles entre los que se alternan, según capítulos, historias del pasado del protagonista.

Una vida llena de aventuras inverosímiles -como su relación con personajes históricos de la talla del mismísimo Franco o de Wiston Churchill- se combina con la huída, en la que Karlsson se verá envuelto en una persecución con un grupo de fieles que se unen a su escapada.

La novela es, a grandes rasgos, muy divertida; llena de un humor absurdo que, si bien al principio engancha, puede acabar siendo repetitivo. Ofrece un novedoso punto de vista sobre la vejez y una crítica mordaz a muchos aspectos de la sociedad sueca.

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