Estamos en Semana Santa y sólo en estos días la DGT prevé que habrá en nuestro país más de 13 millones de desplazamientos en coche, así que todas las precauciones son pocas en carretera.
Del total de conductores españoles, unos tres millones tenemos más de 65 años, por lo que es recomendable que evitemos los viajes largos (o al menos, procuremos parar a descansar cada dos horas), la conducción nocturna y las condiciones climatológicas adversas.
Según los expertos, los mayores somos mucho más prudentes que los jóvenes pero también más inseguros y tenemos menos reflejos al volante. Como es lógico, con la edad perdemos agudeza visual, estímulos o capacidad de reacción ante situaciones de emergencia, por eso es muy importante que conduzcamos habiendo descansado bien, sin prisas y controlando perfectamente la situación.
Aún así, nosotros no nos achantamos y gracias a que en nuestro país no hay límite de edad para renovar el carnet de conducir, el 70% de los conductores mayores de 65 años utilizamos nuestro coche prácticamente a diario.
A la hora de renovar nuestro permiso de circulación se nos exige que pasemos las pruebas que miden las capacidades auditivas, visuales y psicomotoras tal y como se hace con cualquier otro conductor, independientemente de la edad, la única diferencia es que a los mayores de 65 años nos obligan a aprobar dichas pruebas cada cinco años mientras que el resto las deben pasar cada diez.
En la carretera hay que estar siempre alerta, no es una cuestión de edad sino de no despistarse ni un segundo al volante. La mayoría de los accidentes vienen provocados por nuestros propios fallos o los de otros conductores, por eso, hay que viajar siempre con mil ojos y evitar, en la medida de lo posible, los desplazamientos en las horas punta o en los días en los que suele haber más movimiento de vehículos como son Semana Santa, Navidad, puentes o verano.
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