Educar en valores

¿Multas a los padres? El debate está en la calle desde hace semanas y las opiniones sobre si procede o no castigar a los progenitores por los “pecados” de sus hijos son tan contrastadas como numerosas. Lo cierto es que, pese a la prohibición de los botellones y las subidas sobre el precio del alcohol, lejos de conseguir reducir el consumo juvenil, éste parece agravarse.

Los expertos lo tienen claro, la clave está en educar en valores y no, precisamente, en la adolescencia: se trata de una labor que debe comenzar en la más tierna infancia. Según Ignacio Socías, director general de The Family Watch, ha afirmado que “muchos estudios internacionales demuestran que si los padres no educan a los menores en valores, y sobre todo, les hacen entender que no por ser menor se es menos responsable, se hace difícil comprender que la sociedad pretenda culpabilizar a éstos de los comportamientos de sus hijos”.

¿Y cómo se educa en valores? Pues, en primera instancia, a través del ejemplo. Los niños, desde su más tierna infancia, son auténticas esponjas. Además de repetir el comportamiento de los padres, encuentran en él un referente moral. Por eso, es necesario que los progenitores muestren un rechazo total a las drogas y al alcohol como forma de diversión. Según Ignacio Socías “Si los padres no enseñan desde pequeños a sus hijos, con la palabra y, sobre todo, con el ejemplo, que no hace falta beber de más para pasarlo bien, se hace muy complicado que luego el menor lo entienda, sobre todo cuando desde la televisión u otros medios se le bombardea con imágenes relacionadas con el alcohol” y Victoria Cardona coindice con él recordando que “los padres deben saber que en la primera infancia los niños imitan todo, por lo que es muy importante ser coherentes a la hora de dar testimonio. Los valores no se enseñan. Los valores los descubren los hijos a través del ejemplo de los padres”.

Vale la pena recordar en este sentido que los valores se inculcan en casa, no en el colegio. La educación sobre cuestiones fundamentales no se puede delegar, los padres son los principales responsables de esta tarea tan imprescindible tanto para la unidad familiar, como para el resto de la sociedad.

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