Cereales, harina, levadura y agua. El pan, uno de los alimentos básicos en cualquier mesa, no tiene sólo cuatro ingredientes. En cualquier panadería podemos encontrar todas las variedades de pan imaginables, desde la tradicional chapata hasta el pan de cuatro cereales, de soja o los picos.
Valgan éstos como muestra:
Pan de soja. Elaborado con harina de soja, sola o combinada con harina de trigo. Este pan contiene hidratos de carbono, más grasa que el pan blanco, aporta proteínas muy completas, vitaminas del grupo B, y minerales como el potasio, fósforo y magnesio. El pan de soja es, además, fuente de fibra y de antioxidantes, siendo recomendable su consumo a personas que padecen enfermedades cardiovasculares u osteoporosis.
Pan dulce. Aunque existen infinitas variedades de recetas de pan dulce -a veces más parecido a un bizcocho que al propio pan-, por norma general sus ingredientes son: masa de pan, frutas desecadas o confitadas, frutos secos e, incluso, chocolate. Debido al gran aporte de calorías, más grasas que el pan blanco, algunas de ellas insaturadas y más azúcares, se aconseja tomarlo de manera esporádica.
Pan de higos. Hay de dos tipos: prensado o introducido en la masa, en cuyo caso será un tipo de pan dulce. El pan de higos, originario de Andalucía, es una torta redondeada y plana, elaborada con higos secos picados unidos a diversos frutos secos y especias que le confieren un sabor dulce. Al igual que ocurre con el pan dulce, la elevada cantidad de azúcares y grasas no hace muy recomendable su consumo habitual.
Pan de pipas de girasol. El sabor de las pipas define este pan, rico en antioxidantes y grasas poliinsaturadas que ayudan a reducir los niveles de colesterol y triglicéridos de la sangre.
Chapata. Uno de los panes rústicos más tradicionales, variedad de la receta romana, y de mayor consumo debido al éxito de sus cualidades: miga fresca y blanda, corteza crujiente y sabor intenso. Entre sus ventajas, parecidas a las de la tradicional barra de pan, destacan que facilita la digestión y se conserva mejor que otras variedades.
Valgan éstos como muestra:
Pan de soja. Elaborado con harina de soja, sola o combinada con harina de trigo. Este pan contiene hidratos de carbono, más grasa que el pan blanco, aporta proteínas muy completas, vitaminas del grupo B, y minerales como el potasio, fósforo y magnesio. El pan de soja es, además, fuente de fibra y de antioxidantes, siendo recomendable su consumo a personas que padecen enfermedades cardiovasculares u osteoporosis.Pan dulce. Aunque existen infinitas variedades de recetas de pan dulce -a veces más parecido a un bizcocho que al propio pan-, por norma general sus ingredientes son: masa de pan, frutas desecadas o confitadas, frutos secos e, incluso, chocolate. Debido al gran aporte de calorías, más grasas que el pan blanco, algunas de ellas insaturadas y más azúcares, se aconseja tomarlo de manera esporádica.
Pan de higos. Hay de dos tipos: prensado o introducido en la masa, en cuyo caso será un tipo de pan dulce. El pan de higos, originario de Andalucía, es una torta redondeada y plana, elaborada con higos secos picados unidos a diversos frutos secos y especias que le confieren un sabor dulce. Al igual que ocurre con el pan dulce, la elevada cantidad de azúcares y grasas no hace muy recomendable su consumo habitual.Pan de pipas de girasol. El sabor de las pipas define este pan, rico en antioxidantes y grasas poliinsaturadas que ayudan a reducir los niveles de colesterol y triglicéridos de la sangre.
Chapata. Uno de los panes rústicos más tradicionales, variedad de la receta romana, y de mayor consumo debido al éxito de sus cualidades: miga fresca y blanda, corteza crujiente y sabor intenso. Entre sus ventajas, parecidas a las de la tradicional barra de pan, destacan que facilita la digestión y se conserva mejor que otras variedades.
